La batalla contra el Rey Boo comienza en un pequeño espacio cerrado. Hay tres bolas con pinchos que van moviéndose, así que esquívalas y no te mantengas mucho tiempo quieto. Cuando el Rey Boo dé un salto, las bolas saltarán y luego caerán lentamente, de manera que verás las sombras en el suelo. Haz que el Rey Boo te siga hasta posicionarlo en una de estas sombras, entonces gírate hacia él para que se quede quieto y se la coma de lleno. Es el momento de tirar de él y bajarle vida. Repite la estrategia hasta que tenga el contador a cero.
La siguiente fase es una persecución por un pasillo. Esquiva los obstáculos y coge todos los corazones que vayas viendo (lo que recuperas de vida te compensa lo que pierdes si te pilla el Rey Boo). Llegarás a una zona de engranajes que te hacen saltar y después la cámara se elevará.
Tu prioridad ahora es esquivar las casillas con arena, que te hacen ir más lento. Después vendrá una zona de escaleras y otra de nieve. Finalmente, salta por el engranaje a través de la ventana.
Volvemos al escenario inicial. Repite la misma estrategia que antes. La dificultad añadida recae en que, ahora, el Rey Boo hace aparecer casillas de nieve y de arena. Esquívalas. También puede que haga el amago de escaparse en algún momento dado, en que puedes probar a retenerlo con un destello, pulsando A. Tras dejar su contador a cero, volverás a una secuencia de persecución en el pasillo, esta vez bastante más difícil. Al superarla, regresarás al escenario cerrado. Repite la misma estrategia, con la atención puesta en las descargas eléctricas que suelta el Rey Boo, en que deberás buscar resguardo en la única casilla segura.
Una vez derrotado, acércate a la joya. Luego usa el desoscurizador en el cuadro de Mario. Disfruta de la cinemática final. ¡Felicidades!