Después de una breve introducción, comenzará Buque de guerra Gbraakon, la primera misión de historia de Halo Infinite, tomarás el control del Jefe Maestro. Vamos a avanzar por el lado izquierdo hasta el fondo, donde podrás trepar usando el Gancho (RB). Si tienes problemas para localizarlo, usa el escáner (abajo en el pad direccional), lo que hará aparecer un icono amarillo que te muestra el objetivo.
Hay un puñado de enemigos, nada que no puedas quitar de en medio poco menos que mirándoles mal, la verdad.
Llegarás a una sala con más bichos y unas cuantas armas, ve probando si quieres, aunque con las dos que empiezas será suficiente por ahora. Sigue el objetivo para ver una secuencia, tras la cual te las verás con un Brute.
Si disparas rápido y a la cabeza con el fusil, debería caer antes de suponer una amenaza. Sigue por la puerta del fondo. En la sala del holograma, sal por la puerta izquierda. Encontrarás tus primeros depósitos de munición. Al interactuar con ellos, podrás reponer tus reservas de munición.
Continúa por el pasillo y tras un par de bichos, te las verás con soldados de los Desterrados. Son algo más peligrosos que la chusma a la que has eliminado hasta ahora, pero siguen siendo enemigos básicos, nada especialmente peligroso salvo que estés masticando el mando. Tras cruzar el siguiente pasillo verás, a tu derecha, un Carabina de pulsos que te puede venir bien.
La Carabina de pulsos te permitirá apartar los escudos de energía de los enemigos que te vas a encontrar mientras avanzas. Una vez hayas despejado la zona, usa el ascensor que tienes al lado. Cuando llegues arriba, recoge objetos como granadas y munición. Al subir la rampa, a la derecha, verás la Grabación Spartan #01 - La Infinity ha caído.
Ojo porque en el próximo pasillo hay un montón de enemigos menores. Aprovecha las granadas para despejar la sala y avanzar. Tras pasar por una sala de control, llegarás a una sala bastante larga con varias alturas, llena de enemigos y con unos pistones que suben por el lado derecho. Cuando hayas despejado toda la zona, sube al nivel superior, mira a la derecha y usa el escáner. Podrás ver un pequeño objeto amarillo, usa el pistón para subir y conseguir la Calavera #10 - ¡Bum!
Cruza ahora la zona inferior y ve por la derecha, donde está el Cañón de plasma (no vale la pena que te lo lleves si la zona está despejada). Llegarás a otra sala con más armas, munición y otro holograma del malo maloso. Al cruzar la siguiente puerta estarás en el puente de mando, donde te esperan un montón de enemigos.
Mucho cuidado con el Oficial Brute, tiene un arma estilo mortero que puede dejar al Jefe Maestro listo de papeles enseguida, y a cortad distancia es una peligrosa arma de energía. Tienes granadas y células de energía que puedes usar como explosivos improvisados a tu alcance. Una vez la zona esté despejada, avanza pero ve a la derecha en el cruce. Junto a una columna con algunos recursos está la Grabación Desterrada #01 - Pérdida.
Después de eso, ve al fondo y desactiva la máquina. Nuestro nuevo objetivo será disparar a las barras de refrigeración que hay a ambos lados de la sala, usa el escáner para localizarlas fácilmente.
Tras destruir las dos barras, vuelve al puente, activa los motores y huye por la puerta junto a la grabación que has recogido hace un momento. La huida es bastante caótica: usa el escáner para localizar el siguiente punto por el que seguir (aunque es básicamente correr y eliminar a los pocos enemigos que no caigan automáticamente). Tras unas cuantas secuencias, pasarás a la próxima misión, Cimientos.