Después de completar El hogar del juicio comenzará automáticamente Auditorio del silencio, la décima quinta y última misión de historia de Halo Infinite. No te preocupes por coleccionables, podrás recoger todos (salvo los que son de zonas exclusivas de historia, al menos hasta que habiliten la selección de misión) después de terminar el juego.
Tendrás que atravesar la zona, plagada de enemigos. Ten presente que debes eliminarlos a todos, no podrás pasar de ellos, ya que no podrás activar una consola al final de la entrada. Tendrás que atravesar otro pasillo con enemigos. La próxima consola necesita una semilla de energía, la tienes justo a tu espalda desde la consola.
Mucho cuidado porque en la próxima sala hay dos Hunters. Con esta sala complicada, el resto es coser y cantar, te toca seguir moviéndote y eliminando desterrados y demás chusma mientras activas consolas. Cuando te vuelvas a encontrar con Resolución Asistente, ármate hasta los dientes antes de avanzar: pronto comenzará el combate final, tras la consola que activa el ascensor.
Cuando comience la cosa, debes eliminar a los enemigos. No te preocupes por la Emisaria, no te atacará por ahora. Entonces sí, irá a por ti. Aquí debes tener presente que puede dejar una bola de energía que te daña al tocarla, golpearte cuerpo a cuerpo o atacar a distancia. Todo esto lo hará mientras se va teletransportando. El truco está en que, por norma general, se teletransporta tres veces y entonces se para para atacar, momento que puedes aprovechar para usar el gancho y lanzar un superpuñetazo que le rompa el escudo.
Tras hacerle suficiente daño, volverán a aparecer los enemigos, una vez los derrotes, repite el mismo proceso. El combate no cambiará. Una vez acabes con ella, terminarás la campaña podrás explorar las partes de mundo abierto con libertad.