Sube las escaleras, recorre el balcón y salta la barandilla para cruzar del tejadillo a la torrecilla de enfrente. Desplázate hacia la izquierda mientras estás cogido a la cornisa para evitar ser visto por el enemigo. Sigue moviéndote por la fachada y tira abajo al guardia que está asomado.
Rodea la torre, lánzate abajo y pasa a los tejados. Sigue avanzando por este lado exterior, con cuidado de que no te vean (y si lo hacen, mantente escondido unos segundos) y siempre dirigiéndote hacia la izquierda.
Llegarás a un poste por el que podrás saltar a otro edificio y cruzarlo por el interior.
Desde el balcón, cógete a la fachada, ve por los tejados y entra en el siguiente edificio. Más adelante hay un patio de hierba alta; ve poco a poco por ella para deshacerte de los enemigos sigilosamente. Sube las escaleras, salta al tejadillo y desplázate hacia la derecha por la fachada para llegar al tejado. Un poco más en esa dirección y alcanzarás un ventanuco abierto.
Abre la puerta doble y pelea como un hombre hasta que quedes descolgado en el vacío. Salta por los postes hasta la fachada y luego ve de tejado en tejado hasta que tengas que saltar a un poste. Ve a la fachada de enfrente y llega a la redonda decorativa metálica. Sam te pasará una pistola y tendrás que ocuparte de algunos enemigos. Luego desplázate hasta su posición.
Ahora es tan sencillo como ir moviéndote a la posición de los enemigos que veas. El recorrido no tiene pérdida. Ve descendiendo poco a poco hasta llegar a un patio con hierba alta y una caja que puedes mover. Elimina a los enemigos y ve al balcón superior. Utiliza la tirolina y prepárate para varios enfrentamientos seguidos junto a Sam.
Cuando llegue Sully, no hace falta que sigas repartiendo plomo: ve directo al coche y huye.