Trepa por la montaña del fondo, salta a la siguiente y sigue ascendiendo para ver unas huellas en el barro. Engánchate a la cuerda, da media vuelta y balancéate para llegar a la parte superior del lugar del que vienes. Ahí te aguarda un tesoro: pájaro esmaltado mogol.
Ahora sí, ve en la otra dirección, métete por el estrecho de la roca y sigue avanzando por el camino lógico hasta observar otro rastro de huellas.
Usa la cuerda en el poste para balancearte hacia la izquierda y alcanzar los salientes. Arriba, engánchate al siguiente poste para cruzar a la montaña de enfrente, donde hay más pisadas.
Sigue escalando y saltando hasta que te encuentres con los restos de una hoguera. Justo al lado hay un cadáver y la última nota de diario.
Salta enfrente con la cuerda, verás más huellas y te meterás en una gruta. Salta el puente roto y, después del siguiente rastro, deslízate pendiente abajo para saltar al final. Usa la cuerda en la siguiente y, en el muro, desplázate hacia la izquierda y déjate caer a la plataforma inferior. Entra en las cuevas.
Ve primero a por el tesoro: jarrón de piedra.
Luego ya puedes trepar por el muro. Salta enfrente, desplázate hacia la derecha y cógete al poste con la cuerda. Balancéate y lanza la cuerda al siguiente poste, para finalmente caer sobre una pequeña cuesta, al final de la cual debes saltar.
A continuación, deberás atar la cuerda a unas maderas y descender. Balancéate hacia la parte inferior de la roca de la que vienes para alcanzar una pequeña cueva oculta en la que aguarda el tesoro: fruta extraña.
Cruza la cueva y salta al muro de delante, donde tendrás que sujetarte con la escarpia. Desplázate hacia la derecha y avanza hasta deslizarte por unas pendientes. Cógete con la cuerda al final para amortiguar la caída.
Sube a la roca y recoge el tesoro: caja de Rajastán.
Avanza por el estrecho entre las rocas que queda a tu derecha y sigue la gruta submarina hasta ver una cinemática. Después, sumérgete para encontrar el hueco entre la estructura de madera y haz lo mismo en la siguiente.