Las sagas de videojuegos nacen, se reproducen y mueren, y en muchas ocasiones también reviven, siendo normal que a lo largo de una extensa trayectoria tengan bajones de calidad o épocas oscuras, para en ocasiones volver con fuerzas renovadas, ya sea con una nueva entrega numérica o lo que conocemos como reboots o reinicios. Hemos tenido unos muy buenos ejemplos de esto en los últimos años, como Mortal Kombat (2011), Tomb Raider (2013), Wolfenstein: The New Order (2014) o Doom (2016), incluso Resident Evil 7 (2017) se podría considerar uno de ellos, pero si hay un ejemplo perfecto de cómo recuperar y resucitar una saga ese es sin duda God of War (2018).
Con la primera entrega de 2005 Santa Monica Studio sorprendió a todos con una aventura de acción para PS2 espectacular, que tuvo una secuela dos años después que era más y mejor de lo mismo, y que asentaba a esta saga como una de las más importantes del catálogo de PlayStation. Tuvimos que esperar hasta 2010 para la tercera entrega, que no evolucionaba demasiado la fórmula, pero que aprovechaba la potencia de PS3 para ofrecer una épica aventura que era capaz de desencajarte la mandíbula constantemente. Y ya en 2013, con las nuevas consolas ya a la vuelta de la esquina, llegó God of War: Ascension, un buen juego pero que mostraba que había claros síntomas de agotamiento en la fórmula, al no saber evolucionar lo suficiente.
Tras un largo silencio, en el E3 de 2016 y con una de las presentaciones más espectaculares que recordamos en la feria de Los Ángeles, se anunció el nuevo God of War, un regreso que cargado de novedades: nueva ambientación, nueva cámara y sistema de combate, nuevo tono... Muchos cambios que parecían alejarlo de los clásicos hack and slash que habían sido las anteriores entregas, y que como es habitual cuando se producen cambios tan drásticos no convenció a todo el mundo, como podéis leer en los comentarios de las impresiones que publicamos en aquel mes de junio de 2016.
A toro pasado, ahora que ya sabemos que fue un incontestable éxito, es fácil decir que tomaron la decisión más lógica para traer de vuelta God of War, pero realmente Cory Barlog y su equipo arriesgaron mucho, fueron cambios muy importantes en una saga de la que millones de jugadores tenían una idea muy concreta de lo que debía ofrecer. Por eso, la victoria de este juego fue el doble de gratificante para Santa Monica Studio, y no hay más que ver la inolvidable reacción de su máximo responsable al ver las primeras notas de la prensa, en un desarrollo que fue muy complejo y tenso, como se cuenta en este genial documental.
Happy GOW launch day!! OK, so here is the reaction video I talked about. debated on whether or not to upload but thought I would be a good papa and show my son its OK to cry. ❤️🍻 spoilers - it is a bit sad.https://t.co/4sBi44FYq5— Cory Barlog (@corybarlog) April 19, 2018
El épico viaje de Kratos y su hijo Atreus
Ahora ambientado en la mitología nórdica, y con Kratos acompañado de su hijo Atreus, y a quien debía "educar" a lo largo de todo el juego, God of War volvía con con una narrativa más elaborada y sofisticada, desde el propio tamaño del guion hasta su deslumbrante dirección cinematográfica, y con un combate es más pausado y estratégico, menos frenético que en episodios anteriores, pero no por ello menos brutal y divertido. La mezcla de acción, exploración y narrativa era simplemente perfecta, y encima todo esto nos los contaban a través de una virguería técnica, como es hacerlo todo a través de un impresionante plano secuencia.
Con toques de rol, misiones y búsquedas secundarias, un duración muy por encima de la habitual en la saga, unos gráficos de infarto, una banda sonora magnífica y un combate remodelado pero divertidísimo, con la genial hacha leviatán y otras sorpresas, sinceramente no conocemos a nadie a quien no le haya gustado este juego, y eso no es algo fácil de decir, habiendo incluso convencido a los más escépticos ante semejantes cambios. Arriesgaron, apostaron fuerte y salieron victoriosos, y si queremos ver cómo han evolucionado los videojuegos en los últimos diez años, y lo que demandan los jugadores actualmente, un público más adulto que nunca que ha ido madurando junto a la industria, no hay más que mirar cómo era God of War III en 2010 y este God of War en 2018, un gran cambio, a todos los niveles.
Con más de 10 millones de copias vendidas, es uno de los mayores éxitos de Sony en el catálogo de PS4, a todos los niveles, y por tanto no tenemos ninguna duda de que volveremos a saber de Kratos y su hijo Atreus en unos años, ya seguro en PS5. ¿Sabrán evolucionar el concepto, volverán a sorprendernos? No lo sabemos, pero este God of War quedará siempre para el recuerdo como uno de los mejores juegos de PS4, y un ejemplo de cómo se debe resucitar o dar un aire nuevo a una saga, intentando hacer algo distinto, aunque para ello haya que desafiar las expectativas de los fans, algo que no muchos se atreven a hacer.
Los juegos de la década
Durante todo el mes de diciembre, cada día, vamos a hablar de unos de los juegos que creemos que han marcado los últimos diez años. Por su calidad, por su influencia, porque han sido un enorme éxito de público o porque han iniciado modas o tendencias que han influido el mundo de los videojuegos, así hasta un total de 31 títulos que hemos seleccionado:
