Cuando Destiny llegó a las tiendas a finales de 2014 lo que se encontraron los jugadores era algo muy distinto a lo que algunos esperaban, pero también diferente a lo que Bungie imaginaba que sería su primera obra fuera de la influencia de Microsoft y la sombra imborrable de Halo. Pero que fuera otra cosa no quiere decir, para nada, que fuera un mal juego. Al contrario, sentó unas bases sobre las que mejorar y evolucionar, unos pilares que todas las grandes compañías han querido imitar en los últimos años con mayor o menor éxito.
Cinco años después, Destiny es sin lugar a duda el mejor looter shooter del mercado, es decir, un juego de disparos online repleto de actividades que repetimos una y otra vez para conseguir mejores armas y armaduras para hacer frente a retos de mayor dificultad con los desconocidos que nos encontramos en sus vibrantes mundos o con nuestros amigos.
Un shooter que ha marcado tendencia
Lo que hace que el juego de Bungie destaque por encima de todos los demás es cómo recibe con los brazos abiertos tanto a los jugadores casuales como a los que se comprometen a dedicarle cientos o miles de horas.
Destiny es una experiencia capaz de ser relajante y frenética a la vez, un juego que siempre te da una cálida bienvenida cuando vuelves del trabajo y tan solo quieres relajarte machacando alienígenas por el sistema solar sin pensar demasiado en lo que estás haciendo, tan solo hablando con tus amigos de cosas que probablemente no tienen que ver con el título mientras tacháis puntos de la lista de tareas haciendo actividades divertidísimas como la Casa de las fieras, el reciente Reloj Solar o los variados asaltos.
La culpa de que repetir una y otra vez esas tareas sea tan divertido (además de porque el diseño de las mismas es muy bueno) es de su loop de progresión y de sus mecánicas de juego. Destiny es uno de esos juegos en los que dices "acabo este contrato y lo dejo", y al final acabas acostándote a las 3 de la mañana. Constantemente te está lanzando a la cara nuevas tareas para conseguir un arma o una pieza de armadura, que a la vez que te lleva a otras actividades, y querrás hacer de nuevo el proceso porque el equipo conseguido no te ha tocado con las habilidades que querías.
El mejor gunplay de la generación
Y lo haces con gusto porque no importa tanto el fin como el proceso. Destiny es la fantasía de poder definitiva. En todo momento estás consiguiendo armas mejores y con habilidades más interesantes, y lo suficientemente distintas unas de otras para requerir un tiempo de aprendizaje, pero incluso la peor arma se siente contundente, juguetona y más divertida de disparar que en la mayoría de shooters que hay ahí fuera. Por supuesto, está el hecho de que esto es un juego de fantasía futurista: hechiceros alados lanzan espadazos de fuego desde el aire, titanes robustos cargan con su escudo brillante protegiendo a su escuadra, y cazadores ágiles usan un revólver en llamas para acabar con los enemigos más duros. La versatilidad y espectacularidad de todas esas habilidades es única en el género.
La mayoría de los jugadores se quedan aquí, disfrutando de lo relajante que es volarles la cabeza a los alienígenas con armas cada vez más gordas, y con el mejor gunplay de la generación, algo que damos por hecho pero que siempre es bueno señalar. Pero quienes quieran profundizar más, tienen muchísimo contenido para hacerlo, entre el que destacan las incursiones. Esta actividad para seis jugadores requiere de una coordinación absoluta entre todos los miembros de la escuadra para resolver puzles y atender a mecánicas complejísimas mientras se hace frente a durísimos enemigos, sacando a relucir la mecánica principal del juego: no es disparar, sino conversar y cooperar. He jugado a otros MMO, pero no me tiemblan los dedos al escribir esto: la primera vez que hice una raid en Destiny es un momento marcado a fuego en mi memoria, una de las mejores experiencias que he tenido con un videojuego en esta década.
Para hacer esas incursiones se necesita, claro, gente comprometida para hacerlas. Cuando entras en un clan que participa en raids y que está dedicada al título, Destiny ofrece lo mejor de sí, que no es otra cosa que su comunidad, las personas que pueblan la Luna, Nessus, Titán y más allá. Se convierte en un lugar donde acudir cada noche a charlar con personas que se convierten en tus amigos, en un mundo donde unos ayudan a los otros, aunque ya hayan repetido esa actividad hasta la saciedad, un mundo persistente en continuo cambio y crecimiento en el que Bungie no para de esconder secretos y actividades ocultas para que, colaborando, quienes eran desconocidos forjen amistades.
Todos los sistemas del juego son una excusa genial para ese fin tan noble y positivo, y por eso Destiny es uno de nuestros juegos de la década. Un juego que tras la reciente independencia de Bungie, todavía tiene mucho que decir en los próximos años.
Los juegos de la década
Durante todo el mes de diciembre, cada día, vamos a hablar de unos de los juegos que creemos que han marcado los últimos diez años. Por su calidad, por su influencia, porque han sido un enorme éxito de público o porque han iniciado modas o tendencias que han influido el mundo de los videojuegos, así hasta un total de 31 títulos que hemos seleccionado:
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