La Overwatch League no es sólo una liga con muchos espectadores, grandes jugadores, buenas jugadas y momentos únicos, sino que también está llena de grandes historias como la de Lucas "Mendokusaii" Hakansson, uno de los jugadores más jóvenes y con más talento al que su padre sacó de la escuela para que pudiera cumplir su sueño.
Según confiesa el sueco a Compete, la escuela nunca fue un lugar agradable para él. Cuando era un niño, tuvo que luchar contra la depresión y la ansiedad y, por más que intentaba encontrar la pieza que le faltaba para encajar, nunca llegaba a encontrarla.
En aquel entonces, lo único que era capaz de hacerle sonreír, lo único que le ayudaba, era disfrutar de juegos como Counter-Strike y sentir a través de ellos que podía encajar y que podía mejorar y superarse.
Pero claro, su dedicación a los juegos repercutió en sus notas, y su padre, que tenía que hacerse cargo de él y de su hermano por un divorcio, decidió castigarles y prohibirles los juegos temporalmente, una situación que no hizo mella en la pasión que Mendokusaii tenía por los videojuegos.
Cuando llegó a la adolescencia comenzó a tomarse los juegos más en serio, comenzando a entrenar con equipos y a competir, aspirando a que, algún día, podría estar en las grandes ligas de sus títulos favoritos.
Fue en ese momento cuando su padre comenzó a darse cuenta de que no había otra cosa que prefiriese hacer, abandonando los prejuicios de que los videojuegos eran malos y peligrosos que tenía hasta aquel entonces, para comenzarse a interesarse por la pasión de su hijo, los juegos y los deportes electrónicos, comenzando incluso a jugar a Call of Duty.
Para Mendokusaii, la comunicación también ayudó, contándole a su padre cómo se sentía y lo que hacía en cada momento, incluso si él sabía que estaba mal lo que estaba haciendo, charlando continuamente con él, cara a cara, para mostrarle sus sentimientos.
Poco después, él y su padre acordaron que iba a tomarse un año de descanso del instituto para dedicarse completamente a cumplir su sueño de dedicarse a los esports y de competir a alto nivel.
Para su sorpresa, cuando su padre llegó a casa le dijo que no iba a dejar el instituto sólo un año, sino que acababa de dejarlo de forma definitiva. "Dijo que no quería que jugara, practicara y tratara de llegar a las Grandes Ligas con el peso de que, si esto no funciona, tendría que volver a la escuela tras el tiempo parctado", comenta Mendokusaii. "Quería que me centrara en el juego y que persiguiera mi sueño y, si fallaba, fallaba".
A partir de ese momento Henrik, su padre, comenzó a apoyar a su hijo día tras día hasta que consiguió su sueño: fichar por Houston Outlaws para competir en la Overwatch League como uno de los DPS más prometedores del mundo.
