Fortnite Battle Royale, como todo buen juego de este tipo que se precie, también nos ofrece modalidades para poder jugar colaborando con nuestros amigos para ser los últimos supervivientes de la isla.
Tal y como pasa con PUBG, el juego cuenta con un modo Duo en el que se pueden formar equipos de dos jugadores y un modo Squad en el que los equipos podrán tener un total de cuatro miembros.
Para poder jugar estas partidas simplemente deberemos de invitar a nuestros compañeros de supervivencia desde nuestro menú de amigos y comenzar a buscar una partida para volar hacia la isla.
La diferencia de los Duo y las Squad con respecto al modo normal
La principal diferencia que tiene jugar por parejas o en squad a Fortnite Battle Royale (más allá de la coordinación necesaria y de poder vigilar mejor todo lo que ocurre en el mapa) está en que podremos levantar a un compañero caído.
Para hacerlo simplemente deberemos de acercarnos al camarada arrodillado y pulsar el botón de acción para levantarlo, aunque tendremos que darnos prisa ya que el tiempo que tendremos para curarle es limitado y, además, el enemigo puede matarlo del todo si así lo prefiere después de tumbarlo.
El consejo para Duo y Squad: No remates al enemigo a no ser que sea necesario
Como os hemos dicho anteriormente, en estos dos modos dentro de Fortnite Battle Royale tanto nosotros como nuestros enemigos tenemos la posibilidad de salvar a nuestros aliados.
Una vez quitamos toda la vida a un enemigo vemos como este cae al suelo de rodillas, teniendo unos segundos en los que su compañero podrá levantarlo.
Si así lo queremos, podemos llenarle el cuerpo de plomo para acabar con su vida y evitar que su compañero de equipo logre recuperarlo para la causa, pero, por raro que parezca, muchas veces es mejor no rematar a este enemigo.
¿Por qué no debemos hacerlo? Pues, simplemente, porque podremos provocar que uno de sus compañeros acuda a su rescate exponiéndose más de lo debido a nuestro fuego, pudiendo matar, entre comillas, "dos pájaros de un tiro".
Eso sí, si el enemigo no está en una zona abierta de la que podamos tener el control nunca está de más rematarlo y asegurarnos de que no nos va a volver a dar ni un solo problema.