Después de completar Corazón oyente en Ashen, tendremos dos posibles misiones principales que completar. En nuestro caso, hemos preferido empezar por esta, ya que es bastante más corta y servirá para desbloquear nuevas posibilidades en el futuro. Antes de nada, mejora armas, el Calabacín, revisa tus Talismanes... la misión anterior ha sido larguísima, y deberías tener toneladas de escoria.
Ahora, viaja a la piedra de Cresta del Oyente, que es la que estará más cerca del marcador del objetivo, directamente al este de la Piedra Ritual. Desciende por el lado este, como cuando has avanzado en la historia durante tu viaje por esta zona. Baja por la carretera hasta que llegues a este punto, que como ves, estará marcado con el icono naranja de objetivo.
Acércate al muro y salta con ayuda de tu compañero. No tardarás en dar, junto a una hoguera, con Touma y Souma, los objetivos a eliminar. El juego ni siquiera los registra como jefes propiamente dichos, sino que son simplemente dos bandidos con más vida de lo normal. Acaba con ellos para conseguir el artefacto Mortero del ingenio, y coge de la hoguera el Rompetierras roto. Luego, puedes subir por la colina tras la hoguera para registrar las ruinas y recoger un par de objetos, entre ellos una Pluma de Ashen blanca.
Cuando tengas todo, toca volver hasta Descanso del Vagabundo para hablar con Silaren y poder entregarle la misión. A partir de ahora, podrás fabricar pociones en el banco de trabajo de Silaren. Se trata de objetos consumibles que producen efectos especiales, pero con consecuencias. La Bebida chupasangres te cura, pero si usas otro objeto curativo mientras dura el efecto sufres daño, y los Espíritus de tormenta hacen que hagas más daño a costa de sufrirlo tú también más daño.
Tras inspeccionar su banco de trabajo, vuelve a hablar con Silaren para activar Garra de Riak.