Matt Damon es un nombre propio dentro de la industria de Hollywood. Pese a que sus películas suelen funcionar bien en taquilla y sabe involucrarse en proyectos de largo alcance, tanto a nivel económico como a nivel profesional de cara a grandes galardones -aunque aquí se equivocó-, lleva años alertando de la destrucción de la llamada clase media de las películas. Desde hace décadas, y poco después de que ganase el Oscar por El indomable Will Hunting, la industria cinematográfica está abandonada a los grandes blockbusters y las películas independientes, sin término medio en términos de presupuesto. ¿El motivo? La desaparición paulatina del formato doméstico y el DVD.
Obviously Matt Damon doesn't get the last word on this, but I find the argument that the shrinking home video market is responsible for mid-budget movies disappearing to be much more satisfying than what we usually hear pic.twitter.com/Ewt0OedIpG
— David Nathan W (@dnwilliams) August 7, 2021
Las plataformas de streaming, el DVD y el cambio de modelo de negocio
El mercado cinematográfico ha cambiado mucho en los últimos años. Las plataformas de streaming han modificado el panorama en términos de recaudación, con blockbusters que sufren sus consecuencias de forma directa y con grandes actrices entablando demandas judiciales millonarias con corporaciones como Disney por el estreno de sus cintas en portales como Disney+. Damon, que se encuentra promocionando Cuestión de sangre, una cinta ovacionada en el Festival de Cannes, cree que la desaparición del mercado del DVD ha acabado con las películas de presupuesto medio y eso ha generado problemas en un gran número de frentes (vía Cinemanía).
"Lo que pasó con estas películas era que el DVD siempre fue una gran parte de nuestro negocio, de nuestros ingresos, y la tecnología lo ha vuelto obsoleto. En las películas que solíamos hacer, podías permitirte no hacer todo el dinero en taquilla porque sabías que tenías el mercado del DVD, que venía después del estreno, y seis meses más tarde conseguías otros ingresos que eran casi como volver a proyectar la película", comenta en relación al formato de distribución tradicional, que apostaba por el consumo doméstico tras el paso por el cine y la futura emisión en abierto o plataformas de televisión por cable. "Cuando ese negocio desapareció, cambió el tipo de películas que podíamos hacer", continúa.
"Hice Behind the Candelabra. Cuando hablé con los ejecutivos del estudio, me explicaron que era una película que contaba con un presupuesto de unos 25 millones de dólares. Tenía que poner esa cantidad en publicidad, lo que llamamos P&A. Eso me lleva a participar en una película que acaba costando algo más de 50 millones de dólares. Hicimos la cuenta, y teníamos que dividir todo lo conseguido con el distribuidor o exhibidor cinematográfico, la gente que tiene las salas de cine. Así que tenía que hacer 100 millones de dólares antes de conseguir beneficios", remarca Matt Damon sobre la relación entre publicidad, presupuesto y taquilla, decidiendo estrenar la cinta en HBO. Pero cuando el streaming o el vídeo bajo demanda entran en juego, y el DVD desaparece, películas como la de Steven Soderbergh lo tienen difícil y el drama de presupuesto medio acaba muriendo entre una oferta de grandes películas y éxitos independientes de baja inversión para los estudios.
"La idea de hacer 100 millones de dólares con una historia que es un romance entre estas dos personas, es una apuesta muy arriesgada que no lo era en los 90, cuando estaban haciendo este tipo de películas, películas que amo", concluye. Damon, que ha criticado el cine de superhéroes, sigue su particular cruzada contra la industria actual del Séptimo Arte.
