Dark Souls III

Más ágil y dinámico

Dark souls 3 hace uso de un nuevo y renovado sistema de combate, que a pesar de ser fiel a las demás entregas de la saga, obtiene muchos elementos de Bloodborne. En esta ocasión las armas, los escudos y la planificación siguen jugando un papel muy importante a la hora de enfrentarse a los enemigos, pero además podremos hacer uso de unos movimientos más agiles y rápidos para esquivar ataques y nos encontraremos ante enfrentamientos con múltiples enemigos en pantalla, lo que da lugar a un sistema de combate mucho más dinámico y pulido y no tan tosco como en anteriores entregas.

Boses y jefazos más variados

Si por algo se reconoce la saga souls es por sus enemigos finales. Sin embargo, algo que fue muy criticado en Dark Souls 2 fue la gran similitud entre los bosses y la poca variedad, con modelos entre los que abundaban los “jefes caballeros”. En Dark Souls 3 volveremos a matar Dragones, criaturas oscuras y demás seres fantásticos, además de a los nuevos Señores de la Ceniza, manteniendo esa elevada dificultad que tan famosa ha hecho a la saga.

Elementos clásicos y nuevos

Dark souls 3 aprende, ha sabido eliminar aquellas cosas que no funcionaron en su anterior entrega numerada y ha mantenido a la perfección aquello que hizo que Bloodborne triunfase. Casi todo el apartado artístico es mucho más oscuro y lúgubre transmitiendo esa sensación de soledad y peligro constante que tanto nos gusta. El sistema de humanidad ha sido cambiado por un sistema de ascuas en el que el personaje se envolverá en llamas pero mantendrá unos efectos muy similares. Otra de las diferencias, es que al ser un ser basado en el fuego nuestro personaje en vez de utilizar magias, empleará piromancias. Por último, el sistema cooperativo y pvp/multijugador mantiene sus virtudes, por lo que volveremos a invadir otros mundos, pero sin quitar el ojo a nuestras espaldas porque también podremos ser invadidos nosotros.