La NASA no volverá a la Luna en 2024. La ambición de la agencia especial se viene abajo, todo ello a través de la boca su Inspector General, que ha confirmado la triste noticia con un documento oficial en el que se evalúan todas las causas del retraso. De esta manera se cancela y trastoca el programa Artemisa anunciado durante la administración Trump y que planeaba una serie de misiones lunares en los próximos años. Según ha confirmado la NASA, el principal problema, más allá de los costes operativos de tamaña empresa, radica en los trajes de los astronautas. Sin embargo, puede existir una solución: Elon Musk se ha ofrecido a fabricarlos por menos precio y más rápido.
Una nueva era espacial en la que Elon Musk está siendo clave
Volver a la Luna es clave de cara al futuro de la exploración especial. La NASA ha confirmado que hay grandes depósitos de agua congelada en sus cráteres, y la construcción de bases permanentes en su superficie es cada vez más posible. Pero hay ciertos inconvenientes como nos explican desde Gizmodo. El principal escollo a salvar son los trajes espaciales que los astronautas llevarán en la superficie de la Luna. Estos trajes, conocidos como Unidades de Movilidad para la Exploración extravehicular (xEMU), son realmente caros y complejos de confeccionar. Hay que destacar que la NASA tiene un presupuesto de 1045 millones de dólares, de los cuales 420 millones ya se han gastado o invertido, por lo que el desarrollo de estos atuendos de alta tecnología se ha ido retrasando, modificando o incluso cancelando.
La Oficina del Inspector General atribuye estos problemas a la escasez de financiación, el impacto del COVID-19 en todos los procesos y los desafíos técnicos que suponen. "Teniendo en cuenta los requerimientos de integración, los trajes no estarían listos para el vuelo hasta abril de 2025 como muy pronto. Creemos que el actual enfoque en el desarrollo del traje espacial impedirá un aterrizaje lunar en 2024", remarca en un documento publicado el martes.
Es decir, la NASA es consciente de que no habrá un alunizaje en 2024 como estaba previsto, al menos que haya un cambio en el proceso de planificación y fabricación. Pero los problemas están por todas partes. "Los retrasos relacionados con el desarrollo del aterrizador lunar y las protestas por el recientemente adjudicado contrato para el aterrizador también impedirán el aterrizaje en 2024", continúa el documento.
Y es aquí cuando entra SpaceX. La compañía del nerd más mediático de nuestros días ganó el concurso a Blue Origin, algo que ha creado ciertas fricciones entre las empresas aeroespaciales principales, que han intentando paralizar los concursos de varias formas. Elon Musk, fundador y director ejecutivo de SpaceX, sin embargo, ha ido aumentando de ambición. Musk no quiere quedarse solo con eso de fabricar el módulo de aterrizaje de las misiones Artemisa y se ha ofrecido para desarrollar los trajes espaciales que tantos problemas están causando en la NASA. "SpaceX podría hacerlos si fuera necesario", ha explicado a un periodista tras el anuncio del Inspector General en el que se oficializaba el retraso de la conquista de la Luna.
Musk es un tipo polémico en sus declaraciones e ideas, pero no duda en ofrecerse cuando la cosa se complica. En estos momentos, SpaceX no tiene trajes aptos para la superficie de la Luna, pero sabe qué está fallando en el desarrollo de los xEMU. La NASA está trabajando en estos momentos con 27 proveedores diferentes para los componentes de sus trajes de próxima generación y eso crea incompatibilidades, fallos en los diseños y retrasos. "Parece que hay demasiados cocineros en la cocina", concluía Musk. A la NASA, por otra parte, propuestas no le faltan: Blue Origin, que completó su primer vuelo tripulado hace unos días, se ha ofrecido con un cheque por valor de 2000 millones de dólares a echar un cable.