En un momento en el que la carrera por la inteligencia artificial se libra tanto en los laboratorios como en los cimientos de nuevas megainfraestructuras, Jensen Huang, CEO de NVIDIA, ha vuelto a poner el dedo en la llaga. Lo ha hecho con una comparación tan simple como demoledora, que resume el abismo operativo entre las dos grandes potencias tecnológicas del planeta. Según Huang, mientras Estados Unidos sigue atrapado en su propia burocracia, China avanza con una velocidad que roza lo quirúrgico.
Jensen Huang, CEO de Nvidia: “En Estados Unidos la burocracia retrasa tres años un centro de datos y en China un hospital surge en un fin de semana”
"Si quieres levantar un centro de datos aquí, en Estados Unidos, desde la primera excavadora hasta que la supercomputadora de IA queda encendida pasan, como poco, tres años. En China levantan un hospital en un fin de semana", afirmó el directivo, apelando a un ejemplo que ya forma parte del imaginario colectivo sobre la eficiencia asiática. No hablaba solo de construcción: hablaba de mentalidad, de prioridades nacionales, de la capacidad de un país para empujar de forma coordinada hacia un mismo objetivo.
A statement from NVIDIA CEO Jensen Huang. pic.twitter.com/Exwx54OYJV
— NVIDIA Newsroom (@nvidianewsroom) November 5, 2025
Pero la comparación de ritmos, aunque llamativa, no es lo que más inquieta a Huang. Su preocupación real está en la energía, el combustible de esta nueva era digital. Según explica, China cuenta con “el doble de capacidad energética” que Estados Unidos, un dato que, afirma el ejecutivo, no encaja con la magnitud de la economía estadounidense ni con las ambiciones tecnológicas del país. “No me parece lógico”, remata, subrayando un desequilibrio que, de mantenerse, puede convertirse en un problema estructural en plena explosión del uso de modelos de IA.
Pese a esta lectura crítica del presente, Huang no se muestra derrotista. De hecho, asegura que ve un horizonte prometedor para NVIDIA y para el ecosistema tecnológico norteamericano, en parte gracias al impulso político que está poniendo la administración de Donald Trump sobre la mesa. Un impulso que busca reactivar el empleo manufacturero, inyectar capital en nuevas infraestructuras de IA y revivir la mano de obra industrial como símbolo de identidad nacional, en línea con el eterno eslogan MAGA: Make America Great Again.
Con todo, el mensaje de Huang es claro: la inteligencia artificial no solo se juega en el software o en los chips; se juega en el terreno, en el hormigón, en las redes eléctricas y en la velocidad con la que un país es capaz de mover montañas para no quedarse atrás.















