A24 continúa reforzando su reputación como el estudio que mejor cultiva ese cine de pequeño formato con nervio autoral, capaz de colarse entre los grandes estrenos de Hollywood gracias a historias que rehúyen lo previsible. En 2026 volverá a la carga con The Drama, una de sus producciones más ambiciosas y, a la vez, más íntimas gracias a su pareja protagonista. El proyecto reúne a Robert Pattinson y Zendaya en un juego emocional que desmonta, pieza a pieza, la arquitectura romántica que solemos dar por sentada y lo hace con un tráiler espectacular.
Y lo hace con ese toque de extrañeza tan propio del estudio, nacido de un planteamiento sobre las relaciones que ya ha generado cierta anécdota detrás de las cámaras. El estreno está fijado para el 3 de abril del próximo año.
The Drama, un giro a contracorriente antes de una boda entre Robert Pattinson y Zendaya
La película sigue a Emma Harwood (Zendaya) y Charlie Thompson (Robert Pattinson), una pareja aparentemente perfecta que se encuentra a las puertas de una boda largamente esperada. Emma trabaja en una librería y lleva una vida tranquila, casi rutinaria. Charlie, en cambio, acaba de mudarse desde Reino Unido para dirigir un museo en Baton Rouge (Luisiana), un puesto que lo sitúa entre cajas aún sin abrir y un futuro profesional plagado de expectativas. Unidos por una relación que parece sólida, viven esa especie de calma previa al gran paso.
Pero, como suele suceder en las ficciones más incisivas de A24, la aparente estabilidad dura poco. A pocos días de la ceremonia, una revelación inesperada rompe la armonía y convierte la semana de preparativos en un campo minado de silencios, suspicacias y conversaciones que ninguno está dispuesto a mantener del todo. La duda, esa vieja enemiga de las certezas, empieza a filtrarse en cada mirada, en cada decisión mínima, erosionando la confianza que creían inquebrantable.
Kristoffer Borgli, director conocido por su fascinación por los mecanismos psicológicos y por ese humor agrio que esconde complejos retratos de la vulnerabilidad humana, convierte esa revelación -“una verdad incómoda”, como la define el estudio- en el eje de un drama íntimo. La pregunta que vertebra la cinta es sencilla pero devastadora: ¿puede una relación sobrevivir cuando la imagen idealizada del otro se descompone de golpe?















