Así es Tencent, la segunda mayor compañía de videojuegos del mundo

Hay compañías que se hacen notar cada vez que realizan un movimiento empresarial y luego está Tencent, que poco a poco está consiguiendo tener un trocito de todas las empresas del sector.
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Mientras se debate cómo influirá la reciente adquisición de Bungie por parte de Sony y la histórica compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, en la industria de los videojuegos y en qué plataformas saldrán algunas de las IP más conocidas, hay un tercero en discordia que a golpe de talonario, va sumando estudios sin hacer mucho ruido.

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Se trata de Tencent, un gigante empresarial chino que tiene más del 70% de los grupos musicales del país asiático y que, poco a poco, se está convirtiendo en una de las empresas de videojuegos más grandes del mundo, por detrás de Sony. En 2020, sus ingresos ascendieron a 13.900 millones de dólares (unos 12.237 millones de euros), mientras que los de la multinacional japonesa ascendieron hasta los 25.000 millones de dólares (22.005 millones de euros).

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En la lista de empresas del sector con más ingresos anuales, Tencent se sitúa ya por encima de Microsoft y de Nintendo, y tras el no parar de adquisiciones que ha estado llevando a cabo a lo largo del año pasado, que termine liderando la lista es cuestión de tiempo.

Sin embargo, si en vez de realizar la comparativa con los ingresos del año fiscal que hacen públicos las propias empresas, se analizan datos trimestrales, se hacen estimaciones en el caso de las empresas que no tengan una división de videojuegos separada y se excluyen las ventas de hardware, Tencent ya está en la ‘pole position’, como muestra este análisis de Newzoo.

Dueños de un trocito de todo

Tencent Games, la división de videojuegos de Tencent, ha extendido tanto y tan bien sus raíces que posee acciones en más de 30 compañías, entre ellas algunas de las más conocidas del sector como Riot Games, Activision Blizzard, Ubisoft o Epic Games. Su poder dentro (y correspondientes beneficios) de estas empresas va desde un pequeño porcentaje de las acciones, hasta socio mayoritario, llegando a poseer el 100 %, como en el caso de Riot Games (creadores del League of Legends) de las acciones en algunos casos. Incluso se mostraron interesados en adquirir Crytek, desarrolladora de Crysis y del motor CryEngine.

Aunque te propusieras seguir jugando a videojuegos, pero evitando dar beneficios a esta empresa, te sería muy complicado y en el caso de jugar desde el teléfono móvil, imposible.

Dicen que ‘en boca cerrada no entran moscas’ y Tencent lo lleva a rajatabla, realizando acuerdos y adquisiciones no tan sonadas, pero sí casi igual de importantes y sobre todo, relevantes para el sector.

En 2012 Tencent adquirió el 48,8% del capital social de Epic, lo que equivale a un 40 % del total de la compañía por 330 millones de dólares (unos 290 millones de euros), y en el ir y venir de alianzas y compras, mantuvo un diálogo con Google. En concreto, en verano de 2021, salió a la luz un documento que demostraba que Google tuvo intención de adquirir Epic (influenciado por la salida de Fortnite de la Play Store), considerando un acercamiento con Tencent para comprarle acciones o muy probablemente, aliarse y entre los dos comprar el 100 % de la empresa.

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No sólo LoL es propiedad de Tencent, este gigante asiático adquirió la empresa finlandesa Supercell, creadora del Clash of Clans y Clash Royale, casi nada. Además, en su catálogo cuentan con el juego más rentable del mundo, el Honor of Kings, un juego para móviles que ha llegado a generar mil millones de dólares por trimestre y para 2023, van a llevar esa experiencia a PC con el Honor of Kings: World. En el año 2015, se hizo con Funcom, responsables del Conan Exiles y Sharkmob, un estudio sueco que andaba trabajando en un battle royale ambientado en el universo de Vampiro: La Mascarada.

Inversiones menores y participaciones

El ticket de compra de Tencent de sus adquisiciones es más largo que los créditos de una película de Star Wars, desde la compra de Leyou en 2020, que a su vez posee una amplia variedad de desarrolladoras como Splash Damage (Gears Tactics, Halo: The Master Chief Collection); Turtle Rock Studios (Back 4 Blood y Left 4 Dead) o Digital Extreme (Warframe, The Darkness II) o Athlon Games, encargados del recién cancelado MMORPG de El Señor de los Anillos. A su vez también son socios mayoritarios de Grinding Gear Games, responsables de la franquicia Path of Exile; Klei Entertainment, creadores de Don't Starve y Mark of the Ninja; 10 Chambers Collective, responsables del juego de terror cooperativo GTFO; Bloober Team, creadores de The Medium, y Miniclip, empresa especializada en juegos de móviles.

Detrás de Fatshark, responsables del Warhammer: Vermintide 2; Dontnod Entertainment, especializada en aventuras narrativas como Life is Strange; TiMi Studio Group, una de las desarrolladoras de Pokemon UNITE; y Marvelous, editora de sagas populares como Story of Seasons o No More Heroes, también está Tencent. Igual que de Bluehole, creadores de Playerunknown's Battlegrounds; Frontier Developments, responsables de Elite Dangerous o Planet Coaster; Sumo Group, un holding que incluye desarrolladoras como Sumo Digital, conocidas por Sackboy: Una aventura a lo grande; Soleil, creadores de Ninjala o Samurai Jack: Battle Through Time; Valhalla Game Studios, desarrolladores de Devil's Third; y The Chinese Room, responsables de Dear Esther.

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Aturde intentar llevar la cuenta de la cantidad de desarrolladoras y empresas que de alguna forma forman parte o han recibido financiación de esta compañía China. La lista sigue: Yager Development (Spec Ops: The Line), Payload Studios (TerraTech), Roblox, Discord y Bohemia Interactive (ArmA 2), también han recibido inversiones. Entre los acuerdos que tiene con otras compañías, también destaca el que tiene con PlatinumGames (Bayonetta o The Wonderful 101: Remastered) y Remedy (Max Payne, Alan Wake, Quantum Break o Control), de la que son dueños en un 3,8 %.

La hidra china

A pesar de ser algo desconocida fuera de sus fronteras, Tencent en China domina con mano de hierro la industria del entretenimiento, desde los videojuegos para móviles, hasta los grupos de música o las redes sociales, con WeChat (una aplicación que ya de por sí reúne mensajería, sistemas de pago, comercio electrónico e incluso la posibilidad de pagar multas de tráfico o pedir cita en el médico).

Tencent en China es Internet, es vídeo y música en streaming, además de mensajería instantánea. Tencent es WhatsApp, Netflix y Spotify a la vez. Vendría a ser como un conglomerado de tal magnitud que sólo sería comparable a la unión de Google y Facebook. Esta compañía, como muchas otras en territorio Chino, cuenta con el apoyo del Gobierno, de hecho, su fundador, Ma Huateng, más conocido como Pony Ma, es miembro de la Asamblea Popular Nacional de China (el máximo órgano legislativo).

Su expansión internacional es impresionante, llegando a poseer acciones de compañías como Tesla, Snapchat y Spotify. En 2014 estuvo a punto de comprar WhatsApp, según publica The Guardian. Otro de sus movimientos fue invertir 150 millones de dólares en Reddit.

En un primer momento, aunque muchos usuarios de esta plataforma se mostraron recelosos por este movimiento, lo cierto es que, desde entonces, en los hilos dedicados a la gestión de Tencent del LoL, los comentarios más valorados por los usuarios tratan sobre la no intervención directa sobre el título (como los micropagos) por parte de la compañía. "Tencent permite que Riot gane dinero para ellos, porque son lo suficientemente inteligentes como para saber que Riot ganará más dinero de League para Tencent, de lo que Tencent podría ganar por sí mismo si intentara interferir", reza uno de estos comentarios.

Esta recopilación sobre quién es Tencent y qué empresas integra, a lo largo de este 2022 se irá ampliando, de eso no hay duda. Lo que parece que tienen más complicado es cosechar un éxito imbatible y monolítico cómo el que tienen en China, pero fuera de sus fronteras, algo que vivieron con WeChat, un modelo integrado que no terminó de cuajar en occidente. El límite de hasta dónde quieren llegar o del dinero con el que cuentan para hacerlo posible sólo lo conocen ellos, pero por ahora, este parece prácticamente ilimitado.

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