Si has seguido esta guía, bastará con que toques la campana y selecciones la veleta que te deja frente a la mazmorra. Si no es el caso, necesitarás rescatar a las tres tortugas y llevar equipado el Cetro de Hielo. Consulta el capítulo "Explorando Lorule" para más detalles sobre cómo llegar y ganarte el favor de mamá tortuga.
Ya frente a la entrada de la Isla de la Tortuga, espera a que emerja un géiser de lava y congélalo con el cetro. Fúndete en la columna para pasar al otro lado y entrar en la mazmorra.
De nuevo, usa el cetro para congelar el río de lava, lo cual te permitirá cruzar y seguir hacia delante.
Sube al balancín y congela su centro para poder trepar por él hasta la pasarela superior. En la intersección, congela el géiser de la izquierda y úsalo como acceso a la plataforma central. Usa el cetro para activar los cuatro cristales que hay en las esquinas; esto hará que aparezca un cofre, con el que conseguirás la brújula.
Congela los dos géisers de la izquierda para cruzar hacia el lado oeste. Congela también el balancín del norte y pulsa el interruptor rojo que queda medio oculto bajo una reja. Hecho esto, fúndete en la pared y regresa al lado de la sala por el que llegaste. Entra en la puerta de la esquina sureste y derrota a todos los enemigos que hay en la plataforma superior (puedes congelarlos para inmovilizar y lanzarles bombas). Esto hará que aparezca un cofre. Vuelve a la sala anterior.
De nuevo, usa el primer balancín para llegar a la pasarela y, en la intersección, gira a la derecha. Fúndete en la pared y desplázate hacia la derecha para llegar a un balcón. Por esta puerta puedes llegar a la misma habitación en la que estuviste antes, solo que por arriba. Ponte sobre el panel violeta.
Ve directo al panel de al lado. Congela la lava para desplazarte hasta la puerta del sur, por la cual puedes salir y reponer tus fuerzas en una fuente de hadas del propio lago. Y ahora que ya conoces el acceso, haz el recorrido inverso hasta la habitación con los dos paneles de teletransporte. Tírate al peldaño de abajo y ve por ese panel. Ya puedes abrir el cofre (rupia púrpura).
Déjate caer y vuelve a la sala central. Pasa por el balancín una vez más y vuelve a desviarte a la pared este. Fúndete en ella y desplázate hacia la derecha. El objetivo es llegar al lado oeste de la sala, donde tres partes de monstruo te están esperando sobre una repisa. Desciende un poco para pisar el interruptor rojo y luego entra por la puerta que acabas de abrir.
Sube al balancín y camina hasta el otro extremo para hacerlo bajar. Congela ahora el centro y sube a la pasarela superior. Ponte sobre el panel violeta y haz lo mismo en la siguiente habitación. Congela la lava para cruzar al otro lado y sal por la puerta. Recoge la pieza de corazón (será la última si has seguido esta guía, ¡felicidades!).
Vuelve sobre tus pasos hasta la sala donde tuviste que cambiar la dirección del balancín. Déjate caer por el lado sur de la plataforma y ve hasta el otro extremo, donde hay un panel que te llevará frente a la llave pequeña que viste antes. Cógela y baja otro peldaño más para cruzar la puerta que te lleva de vuelta a la sala principal.
Pasa por el balancín del este y, por tercera vez, ve hacia la derecha para fundirte en la pared. Desplázate hacia la izquierda y recoge la llave pequeña que verás en la plataforma elevada. Fúndete de nuevo en la pared y sigue el recorrido hasta el balcón con la puerta abierta. Entra y abre el cofre para obtener una rupia púrpura.
Déjate caer al pasillo inferior y derrota a los enemigos. Todavía no cojas las escaleras: primero sal por la puerta del sur y regresa a la sala principal. Derrota a todos los enemigos que hay aquí con el Cetro de Hielo para que aparezca un cofre. Para llegar a él tendrás que fundirte en la pared desde el mismo lugar que lo hiciste las veces anteriores y dar toda la vuelta a la habitación en el sentido de las agujas del reloj. Dentro del cofre hay una rupia plateada.
Ahora sí, ve por la puerta del norte y baja las escaleras al piso S1. Esos cofres son inaccesibles desde aquí, así que sigue adelante. Derrota a un par de los enemigos para que emerjan dos piezas en la lava. Luego ve por la puerta del noroeste. Elimina a las cuatro estatuas congelándolas primero y a espadazo limpio después. Aparecerá el portal que te permite regresar al inicio de la mazmorra.
Vuelve a la sala anterior y avanza por el balancín congelando su centro. Aquí hay otro enemigo de los que debes matar para que emerja una pieza de la lava. Haz lo propio y luego congela los géisers de la izquierda para fundirte en la pared. Desplázate hacia la derecha hasta chocar contra la puerta del norte. Regresa a tu forma original.
Antes que nada, fúndete otra vez en la misma pared y desplázate a la izquierda, pues así llegarás junto al enemigo que antes no alcanzabas. Si has matado a los cuatro, ahora aparecerá un cofre en el centro de las piezas que elevaste. Más tarde iremos a por él. Vuelve a fundirte y ve por la puerta norte. Abre el cofre; conseguirás una rupia púrpura.
Vuelve a la sala anterior y déjate caer. Golpea el cristal para desplazar la repisa enrejada. Haz todo el recorrido como lo hiciste antes para alcanzar la puerta con cerradura. O, si lo prefieres, también puedes quedarte en lo alto y activar el cristal lanzando una bomba. Al otro lado te espera el cofre con la gran llave.
Cuando regreses a la sala principal, fúndete en la pared este de la puerta y vuelve a tu forma original cuando estés justo detrás de la pasarela que hay apoyada en ella; así la harás caer y te servirá de puente hacia un pilar. Desde aquí puedes dejarte caer junto al cofre. Obtendrás el escudo hyliano.
Es momento de ir por la puerta del noreste. Congela a los enemigos y el río de lava para recoger la llave pequeña que hay al fondo. Sal de la habitación. Cruza por el balancín de la izquierda y sigue todo recto hasta el siguiente balancín, por el cual llegas a la puerta del suroeste. Entra y congela la lava para avanzar hasta el final de la sala, donde rompiendo las calaveras hallarás un interruptor rojo. Písalo y vuelve sobre tus pasos para cruzar el puente que acabas de formar.
Ponte sobre la baldosa y golpea el cristal. La baldosa se elevará y extenderá un puente, aunque este estado solo dura unos segundos. Repite todas las veces que necesites para cargarte a los dos enemigos que hay en esta zona.
Cuando ya lo hayas conseguido, golpea el cristal una vez más y congela el géiser que hay a la izquierda. Fúndete en él para pasar a la pared y desplázate hacia la izquierda hasta estar tras una pasarela apoyada. Vuelve a tu forma original para hacerla caer y pasa por ella hasta el cofre (rupia plateada).
Haz todo el recorrido por los balancines para llegar a la puerta del sureste. Ábrela y congela los ríos de lava para llegar al fondo de la sala. Rompe las calaveras y pulsa el interruptor rojo que tenían debajo. Vuelve a la sala principal y ve al sur por la pasarela que acabas de desplegar. Usa el Cetro de Hielo para activar el cristal y ponte sobre una de las columnas cuando estén bajadas. Al subir, fúndete en la pared y ve hacia la gran puerta. Es momento de entrar.
Esquiva los rodillos con pinchos y ve hasta el final de la plataforma. Golpea las calaveras, pisa el interruptor rojo y derrota a los enemigos. La columna central bajará y podrás lanzarte por el agujero. Empieza el enfrentamiento contra el jefe de mazmorra.
Al principio tendrás que moverte mucho, esquivar y buscar atacar con el Cetro de Hielo cuando el jefe pase por debajo de alguna de las aberturas que tiene la plataforma enrejada (o la zona exterior). Tras varios golpes, la tortuga decidirá combatir cara a cara. La diferencia ahora es que tendrás que esquivar sus ataques directos, especialmente cuando se meta en el caparazón. Tú puedes seguir atacando con el cetro o con cualquiera de tus otras armas.
Cuando caiga, coge el contenedor de corazón y toca el cuadro de Impa. Regresa a Lorule por el portal del centro.