- Recompensas: Ninguna
Habla con Aya para comenzar esta misión principal, que como te puedes imaginar, nos vuelve a poner en la piel de la esposa de Bayek. Acepta navegar a Alejandría para comenzar la misión.
Después de las secuencias, toca meterse en una batalla naval, como seguramente esperabas. La única diferencia con respecto a lo que ya has hecho a bordo de un barco, es que ahora cuentas con catapultas.
Mantén pulsado el botón R1 (jugando en PS4) para apuntar, y cuadrado para disparar. Cuando acabes con las primeras embarcaciones, avanza para enfrentarte a tres más.
¡Un octorreme! Huye de la zona virando a estribor, alejándote del barco gigantesco. Puede destrozarte sin grandes problemas si te acercas demasiado, así que mantén las distancias y recuerda que al apuntar, los segmentos brillantes de los barcos son puntos débiles que explotarán si los alcanzas.
Tras la batalla, el grupo huirá en barco, con Fóxidas y su flota cubriendo nuestra llegada a Alejandría. Sin embargo, no podemos matar romanos, a fin de cuentas nos vamos a reunir con Julio César.
Controlando a Aya, tendremos que avanzar por el muelle, hasta llegar al objetivo. Una entrada bastante indigna para Cleopatra, envuelta en una alfombra y transportada como un fardo, pero mejor eso que cubierta de flechas. Tendrás que avanzar despacio, con tus personajes haciéndose pasar por criados de Ptolomeo, hasta llegar a tu objetivo.
Llega a la entrada de la tumba – Investiga la entrada de la tumba
Después de otras secuencias, tomaremos el control directo de Aya. Avanza hacia el objetivo y, al entrar al edificio, mira a la izquierda, hay unas escaleras que bajan.
Al llegar a la puerta verás que está bloqueada, pero puedes entrar rompiendo la pared de al lado.
Explora los túneles
Una vez dentro de los túneles, avanza y rompe las vasijas cuando parezca que no hay más camino. Poco después tocará bucear un rato, no te pongas nervioso: siempre hay una bolsa de aire sobre ti que podrás usar para no ahogarte. Sigue el marcador del objetivo y no tendrás problemas.
Terminarás por llegar a la tumba de Alejandro, y tras una conversación bastante interesante (sí, la lanza de Alejandro era un Artefacto del Edén), tendrás que abrir la puerta en lo alto de las escaleras para poder continuar. Ptolomeo ha capturado a los soldados de César, y será nuestra responsabilidad rescatarlos.
Rescata a los emisarios de César
Dirígete al objetivo y Bayek distraerá a los soldados. Contra lo que pueda parecer, no pasa nada si descubren a Aya, pero recuerda que debes llegar al objetivo sin una alerta activa hacia ti. Cuando lo hagas, el emisario te contará que el Escorpión lo ha torturado, y que junto al Chacal planean tomar el puerto.
Lleva al emisario ante César
Carga con el emisario y sácalo del campamento con cuidado (recuerda, puedes dejarte caer desde el tejado incluso con un cuerpo a hombros. Cuando estés fuera del edificio, llama a tu caballo y carga al hombre, después sube y ve al objetivo.
Llega a lo alto del faro
Lo que queda de misión es bastante lineal: tendrás que subir a lo alto del faro y echar el polvo al fuego, para dar la señal a los barcos de César de que deben atacar. Ten en cuenta que no puedes caer al agua ni bajar de la zona elevada, o morirás.
Cuando llegues a lo alto del faro tendrás que enfrentarte a un jefe, nada del otro mundo y, tras unas secuencias, recuperarás el control de Bayek y la siguiente misión comenzará automáticamente.