Todos sabemos que, a veces, nuestros perros pueden hacer cosas raras. Aunque es cierto que a veces quizás sobrevaloremos su afecto, lo cierto es que cualquiera sabe que una mascota bien cuidada se convierte en una lealtad y cariño incondicionales. Algo que algunos juegos han plasmado con duro realismo.
Aclaramos que en este contenido no hay ningún tipo de imágenes que incluyan maltrato animal. Sabemos y compartimos lo duras que pueden ser escenas de este tipo y no es exactamente de eso de lo que queremos hablar... sino de cómo algunas lealtades pueden ser duras de ver.
El duro realismo con el que algunos juegos plasman a los perros
Es cierto que no es raro ver y tener que enfrentarse a perros en videojuegos. Desde los perros de presa que nos atacan salvajemente en juego de corte militar hasta canes salvajes en algunos títulos de fantasía. Sin embargo, por ejemplo en un juego como The Last of Us - Parte II nos encontramos con detalles como el que mencionamos. Te encuentras con un saqueador con perro, matas al saqueador... y el perro sabe que algo no va bien. No se separa del que era su compañero y tú te quedas ahí, quizás pensando en lo que acabas de destruir.
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No es ni mucho menos el único caso en el que un perro entrenado como guardián reacciona de esta forma. Por ejemplo, sucede algo similar en Far Cry 6. Los perros de los puestos de guardia quedarán bastante afectados por la muerte de sus humanos. O el caso de Watch Dogs 2 (ya que la cosa va de perros, aprovechamos) en el que incluso podemos ver cómo la mascota se tumba junto al cuerpo de su dueño.
Pero sin duda, el más emotivo es el de Grand Theft Auto V, donde podemos ver a lo que parece un schnauzer yendo diariamente a una tumba que presuponemos será la de su anterior cuidador. Es complicado que a veces nos saquen una lagrimilla con estas cosas. Los humanos de los videojuegos suelen darnos menos pena.