Los expertos en análisis técnicos de Digital Foundry han vuelto a analizar el apartado gráfico de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, la nueva entrega de la serie de Nintendo estrenada en Nintendo Switch. En este nuevo análisis llegan a la conclusión de que el juego hace uso de resolución dinámica.
En busca de la estabilidad
En esencia, este sistema aplica cambios de resolución en tiempo real en función del estrés que está sufriendo el motor del juego con el objetivo de mantener siempre estable la tasa de imágenes por segundo en torno a los treinta. Es algo que ya se ha podido ver en otros juegos recientes como Final Fantasy XV de Square Enix para PlayStation 4 y Xbox One.
Ahora sabemos que Breath of the Wild ha recurrido a esta técnica para ganar estabilidad y desde el citado medio apuntan que puede ser la razón de las diferencias técnicas y de estabilidad entre jugar en modo portátil y jugar con la Nintendo Switch conectada al televisor.
Según estimaciones de Digital Foundry, dado que es imposible capturar vídeo de manera directa desde el modo portátil de la consola, éste ejecuta los juegos a una resolución aproximada de 720p. En modo sobremesa la resolución que se mantiene de manera estándar es 900p.
Así, en los test realizados se detectan cambios de resolución dinámicos a cifras ligeramente inferiores que en modo portátil son menos notorios para el jugador que jugando en el televisor, lo que provoca que la experiencia con la consola en la mano sea más suave en lo que respecta a sus características técnicas.
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