Suicide Squad: Kill the Justice League

Lucha contra la Liga de la Justicia en este shooter cooperativo de los creadores de Batman Arkham

Con Batman: Arkham Asylum (2009), Batman: Arkham City (2011) y Batman: Arkham Knight (2015), los británicos Rocksteady Studios nos deleitaron con una excelente trilogía, que se convirtieron en los mejores videojuegos de superhéroes que se habían hecho nunca. Ahora llegan con su nuevo juego, una aventura de acción cooperativa que se ambienta cinco años después de los sucesos de la saga Batman Arkham, y que está protagonizada por el irreverente Escuadrón Suicida, en una misión imposible: Brainiac ha invadido la ciudad de Metrópolis y sometido a todos sus ciudadanos, incluidos los superhéroes de Liga de la Justicia como Batman, Superman o Flash, a los que tenemos que derrotar.

Para ello podremos jugar con distintos personajes, Harley Quinn, Deadshot, el Capitán Boomerang o el Rey Tiburón, cada uno con sus propias armas, habilidades y manera de moverse, ya que la movilidad es muy importante en este shooter, con una ciudad de Metrópolis gigantesca y muy vertical. Rey Tiburón puede dar saltos gigantescos, Deadshot tiene una mochila propulsora, Capitán Boomerang corre a toda velocidad y se puede teletransportar, y Harley Quinn usa un gancho y un aparato volador.

Así tenemos un shooter en tercera persona que se puede jugar en solitario o en cooperativo formando un equipo de hasta cuatro jugadores, con una narrativa muy elaborada, como en anteriores juegos de Rocksteady, y unos tiroteos muy intensos y espectaculares contra decenas de enemigos, que nos obligan a estar en constante movimiento, y cuyos puntos álgidos con los combates contra los miembros de Liga de la Justicia, unos desafiantes jefes finales con varias fases cada vez más complicadas, y que ponen a prueba nuestra habilidad con el mando. Se trata de un juego como servicio, ya que tras su lanzamiento ha seguido recibiendo nuevas misiones, armas, equipamiento y personajes.