Vía crucis nos ha dejado al mismo tiempo tan cerca, pero tan lejos...
Comienza por eliminar a todos los enemigos de la zona. A estas alturas ya deberías tener tus propios sistemas de combate más que desarrollados. Recuerda que tienes Flechas de miedo para hacer el trabajo sucio por ti.
El juego no te avisará de que los has matado a todos, así que simplemente ve avanzando hacia el objetivo mientras eliminas enemigos. Insistimos: las Flechas de miedo son de una utilidad pasmosa, incluso contra enemigos con armadura.
Cuando acabes con todos los enemigos de la segunda zona sí que habrá una conversación de radio. Recoge los recursos (y el dinero) de todos los enemigos y salta por la puerta.
Te encontrarás con el que posiblemente sea el grupo más numeroso de enemigos hasta el momento. Aprovecha la hierba alta pero muévete despacio, porque ellos también son complicados de ver si la están cruzando. Asegúrate de saquear todos los cuerpos.
Al avanzar verás una secuencia y, obligatoriamente, pasarás a alerta. Elimina rápidamente al tipo con la escopeta que se te acerca y luego dispara a los barriles a la izquierda de los enemigos de la galería. Esto no solucionará el asunto, por supuesto. Aprovecha los recursos de la zona para acabar con ellos.
Una vez acabes con todos, entra en el edificio, abre la puerta con el piolet y avanza al objetivo. La misión termina con otra huida como las que ya has hecho. No te detengas, salta, ve al sprint... simplemente, CORRE.
Con las cartas sobre la mesa, conseguirás el Logro / Trofeo Volviendo a empezar y comenzará La ciudad de la serpiente.
