Humo y sangre será la cuadragésima misión de historia de Final Fantasy XVI. Comenzará cuando, al final de Sirvientes en las sombras te dirijas a las Ciudades Libres de Kanver en el mapamundi. Avanza por el único camino posible eliminando orcos y akavásicos (ojo al tognvaldr).
Una vez en la zona de la plaza, elimina a todos los enemigos y abre las puertas del fondo para seguir cruzando la ciudad.
Sigue avanzando, subiendo unas escaleras, hasta llegar a otra plaza con muchos enemigos. Elimínalos, sube los escalones y abre otro portón para seguir tu camino. Un poco más adelante, tras un breve cambio de cámara, aparecerá otro grupo con orcos y perros a los que debes quitar de en medio. De nuevo, el camino será por la puerta al fondo de la plaza, más allá del pozo.
En la próxima plaza habrá un grupo de enemigos tipo aparición. Una vez hayas acabado con ellos será el momento de verse las caras con un jefe.
Cómo derrotar a Sleipnir
En primer lugar, Sleipnir puede teletransportarse a tu lado y lanzar un combo bastante veloz. Si esquivas nada más posarse a tu lado, deberías poder hacer una esquiva perfecta al primer golpe y con él, al resto del combo. Si usa una embestida, el combo es igual, de tres golpes pero cubriendo más distancia para acercarse. Si ves que carga una esfera desde media distancia, se trata de un proyectil con seguimiento. Si ves que va a lanzar energía contra el suelo, debes evitar que cuando el círculo que habrá bajo sus pies se detenga estés dentro. Cuando lo haga, saldrá un pilar de fuego que lógicamente te hará daño. Sigue hasta el primer Vulnerable. No obstante, antes del Vulnerable tendrás que hacer una Esquiva certera y conseguir un único impacto sobre Sleipnir.
Ahora la cosa cambia. Sus ataques cubren mucha distancia pero son más lentos. Los combos, por ejemplo, cuando son combos de cerca van con una floritura previa, como cuando los caballeros dragontinos usaban el ataque circular, así que podrás verlo venir y evitarlo. La embestida de larga distancia es un rayo direccional, mucho ojo con esto porque será de impacto instantáneo. Después está la Escisión nibelunga, que lanza unas columnas de luz que van diseminándose desde el punto de impacto. Mucho ojo si ves que usa el ataque de embestida del combo básico de la primera parte (el que empieza con una punzada sin cargar la lanza), ya que irá seguido de dos tajos amplios sin floritura y pueden despistarse. Además de todo esto, puede usar el Diluvio de Asgard.
Se trata de un ataque en varias fases: primero habrá daño en zonas de daño que debes evitar, después verás que los últimos impactos provocan ondas expansivas sobre las que debes pasar. Cuando veas que hay dos ondas simultáneas llega el golpe final, unas columnas de energía como las de Escisión nibelunga. Pero espera, que tiene otro ataque más en esta forma, el Ratatösk. Lanzará una zona de daño sobre tu posición, seguida de un ataque de onda de larga distancia horizontal con la lanza. Continúa hasta el segundo Vulnerable.
Al recuperarse lanzará Umbraesfera. Básicamente sembrará la zona a tu alrededor de bolas de energía que convergerán sobre tu posición, si te das prisa en salir del área no deberían alcanzarte. Sigue hasta acabar con él, no durará mucho más. Después de las secuencias, ve a la guarida para comenzar Melodía de esperanza.