Con la cantidad de títulos que salen actualmente para consolas y la alta calidad que tienen la gran mayoría de ellos, cada vez cuesta más destacar. Con este panorama Rockstar nos trae una nueva entrega de su saga de conducción cargada de novedades que pudimos probar en profundidad.

Si hay algo que Rockstar ha querido que identifique al juego es sin duda la libertad. Como en la saga GTA tendremos una ciudad que explorar, esta vez Los Ángeles, donde tendremos toda la libertad para recorrerla a bordo de nuestro coche. Para que esta sensación sea aún más realista, se ha recreado la ciudad con un gran detalle, respetándose los nombres de las calles e incluso muchos de los comercios. Es cierto que se han añadido ciertos detalles que no están en la realidad, como atajos o rampas, pero son pequeños detalles que no empañan el resultado final de verosimilitud y mejoran la experiencia de juego. Esta inmensa ciudad, casi protagonista del juego, está llena de vida con peatones y un intenso tráfico que no nos pondrá las cosas fáciles y que variará según la hora del día (ahora no sólo se jugará de noche). Gracias al tamaño de la ciudad y a su variedad, dentro de ella podremos encontrar todo tipo de carreras: callejeando por las calles y buscando atajos, por la autopista a toda velocidad mientras esquivamos a otros coches o por carreteras llenas de curvas.
Otro aspecto al que los desarrolladores le han dado gran importancia es el que la acción no se para en ningún momento. Para ello, una vez al volante de nuestro coche no veremos ni un solo tiempo de carga a pesar del enorme tamaño de la ciudad gracias a la carga dinámica. Pero no se queda ahí la falta de interrupciones. Para iniciar una carrera, bastará con situarnos cerca del coche al que deseemos retar (que aparecerá en nuestro GPS) y darle las luces. Tras ver un mensaje que nos confirma el reto, comenzará la carrera en la mayoría de los casos (hay algunas excepciones de las que hablaremos más adelante), haciéndonos que en ningún momento desconectemos del juego. Esto sin duda hace que toda la experiencia jugable esté mucho más integrada y hará que en ningún momento bajemos la guardia.
Corre como quieras
En Midnight Club Los Angeles encontraremos distintos tipos de carreras. Estarán las típicas de llegar desde el punto A hasta el punto B, con la salvedad de que para llegar al punto de salida tendremos que realizar otra carrera que decidirá quién sale antes y nos reportará reputación. Este primer reto será opcional, pudiendo ir directamente a la carrera en sí si lo deseamos. Además, para que se pueda llevar a cabo, no deberá haber policía cerca, ya que de lo contrario se nos llevará automáticamente al punto de salida. Otro tipo de carreras serán las que se llevan a cabo en las autopistas, donde si encontramos a un rival y le damos las luces, comenzará en el acto la competición. El objetivo será llegar a un punto determinado esquivando el tráfico y evitando a la policía. Por supuesto, tanto en este tipo como en el anterior, al acabar la carrera sólo se nos interrumpirá para indicarnos el dinero y la reputación ganada, y en seguida volveremos al juego.
En el tercer tipo de carreras nos dirán donde llegar, pero no como. Así, después de haber retado a otro conductor, deberemos dirigirnos lo más rápido posible al punto indicado en el mapa, ayudándonos de nuestro GPS para encontrar la ruta más corta hacia nuestro destino. Opcionalmente, cuando lleguemos a la meta se nos dará la opción de repetir la carrera, pero esta vez regresando al punto de inicio. Este tipo de carreras nos parecieron tremendamente divertidas, aunque exigen una mayor atención por parte del jugador, ya que no sólo se tiene que centrar en conducir, sino que es imprescindible echar vistazos periódicos al GPS para saber por dónde ir.

Pero aunque Midnight Club Los Angeles nos presente un escenario enorme y unos tipos de carreras muy interesantes, no sirve de nada si los coches no se controlan bien. Pero afortunadamente hemos de decir que en este apartado también nos han convencido. El control de los coches es bastante arcade, acostumbrándonos enseguida a su manejo. Algo que nos ha parecido estupendo es el hecho de que, al menos al inicio del juego, las carreras se adaptar al jugador, de forma que si nos chocamos y perdemos tiempo, no estará todo perdido. En varias ocasiones tuvimos uno o varios golpes mientras competíamos, pero retomando el control de la situación y mejorando nuestra conducción, pudimos alcanzar a nuestros rivales. Creemos que es una buena iniciativa que incentivará a los menos expertos, sobre todo en sus comienzos, y nos alegra de que no haga falta hacer una partida perfecta para tener oportunidades de quedar primero. Otro punto a tener en cuenta es que tanto si ganamos como si perdemos ganaremos reputación, por lo que siempre podremos avanzar.