El cofundador de Microsoft sigue ofreciéndonos suculentos titulares. Considerado como uno de los hombres más ricos del mundo, y responsable de la Fundación Bill y Melinda Gates, está liderando uno de sus proyectos más ambiciosos en relación al consumo energético sostenible y el cambio de modelos de negocio a través de Breakthrough Energy, informando de la necesidad de desarrollar numerosos avances energéticos para tener alguna esperanza de transformar todas las partes de la economía actual y las partes más pobres del mundo. Según relata al medio Techonology Review, su objetivo es que la sociedad mundial pueda reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en sectores como la siderurgia, la construcción y la agricultura. De hecho, cree que la única manera de salvar un impacto nocivo del cambio climático es comenzar a comer alimentos artificiales que no requieran de grandes cantidades de agua y terreno.
Bill Gates y un nuevo modelo de consumo sostenible
Bill Gates, que anticipó la aparición de pandemia global que paralizase los más variados gobiernos y sectores económicos produciendo un total de millones de infectados y fallecidos, lleva varios meses dejándonos caer perlas del futuro que viene. Más allá del terrorismo global y del uso de las armas biológicas como nuevas amenazas en un mundo postcovid, el inversor de Pfizer en la vacuna contra el citado virus piensa que la única manera de combatir al cambio climático es buscar una manera inteligente de reducir o prevenir las emisiones de gases con efecto invernadero. Gates cree que la innovación constante en múltiples sectores hará que sea más barato y políticamente más factible para todas las naciones reducir o prevenir las emisiones, y pone como ejemplos los cambios de envase de algunos productos o las transformaciones en las fórmulas de obtención de alimentos de cara a la eliminación de residuos.
Gates es consciente de que sus recetas climáticas se han centrado demasiado en los milagros energéticos, y que no todo se puede reducir o dejar en manos de las energías renovables o limpias. De hecho, pide a los gobiernos de Occidente que quintupliquen sus inversiones anuales en tecnología limpia. ¿Cómo? Innovando en sectores que hasta la fecha no se han visto afectados. Para ello, convida a todas las empresas implicadas a nivel internacional a invertir en start ups frescas y distintas, que aporten soluciones inteligentes, baratas y al corto plazo. "El ser humano tiene la tecnología necesaria para luchar contra el cambio climático y podemos evitar un desastre", afirma Bill Gates. Pero sí, no tiene claro de cuándo llegaremos a hacerlo o de si lo haremos a tiempo. Gates es un gran inversor, y a través Breakthrough Energy Ventures tiene participaciones en múltiples empresas, incluidas Beyond Meats, Carbon Engineering, Impossible Foods, Memphis Meats y Pivot Bio. ¿Os habéis dado cuenta? Sí, todas de alimentación. Y aquí viene lo gordo de su estrategia: quiere que el ser humano deje de comer carne de origen animal para hacerlo en base a filetes artificiales creados en laboratorios o impresos en 3D.
Luchando contra el cambio climático en base a filetes artificiales
Hay muchos sectores que deben aplicar cambios estructurales de cara al mundo que viene. El cambio climático amenaza a miles de segmentos económicos, sociales y políticos, y todos ellos tienen un impacto significativo en nuestras vidas diarias. Pero Gates sabe que el principal problema en lo relativo a los recursos, su gestión, su distribución y costes con respecto al cambio climático es el de la comida. La escala del sector de la alimentación, a nivel mundial, es enorme. El filántropo es consciente de que a día de hoy no tenemos soluciones claras o plausibles que eliminen por completo las emisiones altamente significativas del ganado y los fertilizantes, pero tiene varias propuestas que pueden ir pavimentando el camino del cara al mañana. "Estoy colaborando con una empresa llamada Pivot Bio, que tiene una tecnología que es capaz de reducir la cantidad de fertilizante que necesitan las semillas que se plantan en terrenos de cultivo", afirma. "Hay modificaciones genéticas en las semillas que ayudan a la capacidad de las plantas en la fotosíntesis y en la fijación de nitrógeno, pero es una de las cosas en las que menos se invierte", comenta.
Pero el principal escollo a solventar es el relativo al ganado. "Es difícil, siempre hemos atajado este problema en relación a la alimentación de los animales, buscando un compuesto que reduzca las emisiones de metano. Pero las bacterias internas de estos seres son vitales en su digestión a la hora de digerir y deglutir el césped, y no podemos cambiar su concepción así como así. Así que no sé si habrá algún enfoque natural en ese campo. Me temo que la elaboración de proteínas sintéticas, como las que tenemos en las hamburguesas a base de plantas, serán necesarias", remarca Bill Gates. de hecho, en estos momentos hay fabricantes y empresas como Impossible and Beyond que están desarrollando una hoja de ruta, una hoja de ruta de calidad y una hoja de ruta de costos en términos de producto, que busca llevar este tipo de carne artificial o vegana a todos los hogares posibles antes de 2030.
Pero es una odisea y queda mucho trabajo por recorrer, ya que es una industria, la cárnica, enorme y que da trabajo a millones de personas en todo el mundo y que genera muchísimo dinero directo e indirecto a lo largo de los más variados sectores. De hecho, la carne artificial, reconoce Gates, es casi una utopía. Actualmente, este tipo de carne no representa ni el 1% de la producción del planeta, y su fabricación sigue siendo cara. ¿Cómo le dices a una familia de ingresos reducidos que pague hasta un 200% por una pieza de carne que no tiene la misma calidad, sabor o nutrientes que la que pueden obtener en una gran superficie o una carnicería? "En cualquier caso, veo un camino. Aunque reconozco que decirle a la gente 'eh, amigo, ya no vas a tener vacas en tu granja' es un concepto erróneo y un enfoque políticamente impopular a la hora de hablar de estos temas", argumenta Gates. Según el antiguo ingeniero informático, el problema de la obtención de proteínas no se solucionará tanto con las granjas masivas de insectos que recomienda la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como con la carne producida en laboratorios, pero hay muchísimos países en vías de desarrollo que no pueden acceder a este tipo de alimentos de diseño.
"Para África y otros países pobres, tendremos que utilizar la modificación genética animal para aumentar drásticamente la cantidad de carne por emisiones de metano. Curiosamente, el ganado de EE. UU., debido a que es muy productivo, produce menos emisiones que la de regiones y países concretos de África. Uno de los trabajos de mi fundación es aprovechar este tipo de tecnologías, como las que he mencionado, para aprovechar el ganado africano y su manera de desenvolverse en el entorno, cruzando especies que sean más productivas y menos dañinas para el medio ambiente", remarca. "Así que no, no creo que los países pobres necesiten comer carne sintética. Pero sí creo que todos los países ricos deberían pasarse cuanto antes a la carne 100% sintética. El ser humano puede acostumbrarse a la diferencia de sabor y la afirmación que tenemos en base a nuestras pruebas es que incluso esta carne sepa mejor con el tiempo", concluía al respecto. Pero necesita a la ley de su parte, ya que los gobiernos, las grandes empresas y los organismos de consumo no dejan que este tipo de productos reciban la etiqueta de carne. "Todo es una cuestión política. Hay muchos países que han aprobado proyectos de ley que dicen que hay que llamar a esta carne, básicamente, basura de laboratorio para venderla en sus respectivos mercados. No quieren que usemos la etiqueta de la carne", concluía Gates.