En los últimos años, la generación Z ha sido objeto de numerosos debates sobre salud mental, aislamiento y bienestar emocional. Un vídeo viral de TikTok, publicado por el empresario Christian Bonnier, ha reavivado la conversación al proponer una teoría basada en la falta del "tercer lugar" en la vida de los jóvenes. Según Bonnier, este concepto—acuñado por el sociólogo Ray Oldenburg en su libro The Great Good Place (1991)—se refiere a un espacio social fuera del hogar y el trabajo, como cafeterías, parques o clubes comunitarios, que fomentaba la interacción y la conexión entre personas.
Su ausencia, argumenta, es una de las razones clave por las que la Generación Z experimenta niveles alarmantes de ansiedad y depresión. La teoría de Bonnier apunta directamente al cambio en los hábitos sociales provocado por la digitalización y el auge del trabajo remoto. Mientras que generaciones anteriores tenían bares, bibliotecas o centros recreativos como puntos de encuentro, los jóvenes de hoy en día pasan más tiempo en casa, atrapados en una rutina que solo gira en torno a sus responsabilidades laborales y la vida doméstica.
Es una generación muy aislada por el teletrabajo y las redes sociales
La falta de estos espacios para la interacción casual ha generado un aislamiento cada vez más profundo, una tendencia que los estudios científicos han relacionado con problemas de salud mental y un aumento del estrés crónico. Sin embargo, no todos los usuarios de TikTok estuvieron de acuerdo con la visión de Bonnier. Algunos argumentaron que el problema no es la falta de espacios sociales, sino el cambio en las costumbres de la sociedad moderna. “Aún existen bares, gimnasios y clubes deportivos, pero la gente simplemente no sale tanto como antes”, comentó un usuario. De hecho, el coste de este 'ocio' sociable es inasumible para la gente joven.
Una generación que sale menos no por culpa de internet, sino del dinero
Otros señalaron la cuestión económica como una barrera importante: con el alto costo de vida, salarios estancados y alquileres elevados, muchas personas no pueden permitirse salir frecuentemente a estos "terceros lugares", lo que los obliga a elegir entre el trabajo y el hogar como sus únicas opciones viables.
@cbwritescopy Make local bars and pool leagues great again
♬ original sound - Christian
La solución, según Bonnier, no es simplemente volver a los bares o a los antiguos espacios de socialización, sino reconstruir el concepto de comunidad de una manera más accesible y acorde con los tiempos modernos. Las ciudades y las empresas podrían desempeñar un papel clave en este proceso, invirtiendo en espacios gratuitos o asequibles donde las personas puedan reunirse sin la presión de consumir.
Desde bibliotecas renovadas hasta centros de coworking abiertos al público, la idea de recuperar un tercer lugar es más una cuestión de voluntad social y planificación urbana que de nostalgia por el pasado. En última instancia, el debate sobre la desaparición del tercer lugar toca un problema más profundo: en una sociedad donde el trabajo remoto y la hiperconectividad digital han reemplazado muchas interacciones cara a cara, ¿cómo podemos redescubrir el valor de la convivencia en el mundo real?