Después de descubrir la verdad de Rapture, la ciudad submarina más compleja y famosa de la industria de los videojuegos, la desarrolladora ha optado por darle un giro inesperado al universo de Bioshock trasladando su concepto a los cielos, concretamente a una ciudad apodada Columbia, un pasaje alzado en los aires creado por los americanos para demostrar su superioridad en cuanto a términos científicos. Nuestra misión no será otra que la de ir a la ciudad a rescatar a una joven que ha desaparecido sin dejar rastro. Salir de allí con vida ya es otro cantar.

Una vez rescatada la muchacha, nos daremos cuenta de que alberga un poder sumamente increíble hasta tal punto de necesitarlo durante la aventura para escapar. La toma de decisiones volverá a ser protagonista en esta entrega, haciendo que los poderes de la chica sean utilizados a cambio de dejarla inconsciente durante unos minutos. Habrá civiles que no nos molestarán a no ser que nos metamos con ellos, y algunos cambios jugables en cuanto desarrollo que lo harán más novedoso con respecto a las dos entregas de la serie.

Técnicamente el juego luce fantásticamente, sobre todo teniendo en cuenta que dejamos a un lado las profundidades del océano para dar vida a una ciudad completamente soleada, alzada en el aire. La ambientación será completamente diferente, aunque con multitud de referencias a la sociedad americana y su incesante sueño.

En otro orden de cosas, dado a la calidad del sistema multijugador que ofreció BioShock 2, la desarrolladora todavía no ha anunciado si la obra contará con una modalidad online.

BioShock Infinite aparecerá para Xbox 360, PlayStation 3 y compatibles durante el presente año, sin fecha concreta.