Toppo es uno de los personajes con los que más nos han "hypeado" durante los últimos meses, especialmente tras haber presenciado que puede luchar perfectamente de tú a tú contra Goku, por lo que estaba claro que iba a ser uno de los grandes rivales a batir por el Universo 7, aunque hasta ahora todavía no había tenido ninguna actuación demasiado relevante en el Torneo de Poder.
Por suerte, la espera ha terminado y con el capítulo de esta semana por fin hemos podido ver de lo que es capaz este poderoso guerrero del Universo 11, quien nos ha ofrecido un gran episodio repleto de grandes momentos que son puro Dragon Ball.
Toppo, el Dios de la Destrucción
La primera escena que hemos podido ver esta semana nos presenta la continuación de la batalla de Goku y Vegeta contra Jiren, quienes a pesar de estar dándolo todo y de atacar continuamente, no consiguen hacer mella en su rival, algo que no les va a impedir seguir intentándolo con todas sus fuerzas.
De aquí pasamos a la que va a ser la lucha estrella del capítulo, con A17 y atacando sin parar con ráfagas de Ki a Toppo para así evitar que se mueva y ganar tiempo hasta que se acabe el torneo, aprovechando que tiene energía ilimitada y no se cansa. Sin embargo, el justiciero del Universo 11 no se va a dejar vencer por un truco como este y consigue pasar al ataque, desatando una gigantesca técnica de Ki que el androide apenas puede enfrentar con otra similar, provocando un tenso choque de poderes.
Cuando todo parecía perdido para A17, Freezer aparece en escena y comienza a atacar por la espalda a Toppo, quien acaba perdiendo la concentración y el enfrentamiento de técnicas. Aunque en un primer momento parecía que esto había sido suficiente para echarle de la pista, el líder de las Tropas del Orgullo consiguió mantenerse de pie sobre el terreno de combate.
Tras este ataque conjunto, Toppo asegura que la justicia ya no le importa y que lo único en lo que tiene que centrarse es en la supervivencia, momento en el que comienza a emitir una oscura aura, su cuerpo gana musculatura y la expresión de su cara se ensombrece, dándole un aspecto realmente amenazador.
Beerus no tarda en reconocer la naturaleza del nuevo aura que envuelve a Toppo, ya que se trata de energía de destrucción, la misma que poseen los Dioses de la Destrucción, momento en el que Belmod aprovecha para desvelar que Toppo es en realidad su sucesor y que por fin ha aceptado sus poderes.
Aunque esto no parece intimidar a Freezer, Toppo le lanza una potente bola de energía de destrucción que el malvado emperador intenta controlar fallidamente, cuya explosión acaba partiendo el ring por la mitad y dejando multitud de trozos de roca flotando en el aire, lo que demuestra el nivel de poder que ha alcanzado el nuevo Dios de la Destrucción.
Con esto, A17 pasa al ataque, aunque sus técnicas no sirven de nada, ya que la energía de destrucción que envuelve a su rival dispersa el Ki antes de que llegue a tocarle, dando pie a una tensa persecución por los escombros flotantes mientras el androide intenta trazar un plan y encontrar el punto débil de Toppo.
Justo cuando el guerrero del Universo 11 acorrala a A17, Freezer reaparece en escena, ya sin su forma Golden, y lanza una gigantesca bola de energía que Toppo destruye sin ningún problema antes de contraatacar y derrotar al villano en apenas tres golpes. Por suerte, justo antes de que este caiga fuera del ring, el androide consigue desviar su trayectoria golpeándole con una piedra para que aterrice sobre unos escombros totalmente desmayado.
De este modo, finaliza un gran capítulo, con unas escenas de acción muy bien dibujadas y animadas, y que ha cambiado por completo nuestra percepción del líder de las Tropas del Orgullo. Sí, sabíamos que era fuerte, pero no imaginábamos que tanto, dejando al Universo 7 en una situación realmente desesperada ante dos rivales que parecen imparables.
La batalla promete ir a más la semana que viene, ya que Vegeta entrará en acción para luchar contra este nuevo Dios de la Destrucción, por lo que todo apunta a que nos espera otro gran capítulo.
