Uncharted: Drake’s Fortune es uno de los juegos más desconocidos del catálogo de PlayStation 3 de cara a estas Navidades. Desarrollado por Naughty Dog, los creadores de Jak & Daxter y los creadores originales de Crash, fue mostrado por primera vez hace un año como un juego de aventura donde controlamos a una especie de Indiana Jones en busca del tesoro de El Dorado. En este E3, unos meses antes de su lanzamiento, Uncharted estaba en versión jugable, y muy avanzada.
Entre los niveles disponibles estaba el primero de todo, donde en una secuencia cinemática vemos como Drake, el protagonista, acompañado de una chica que no para de grabar con su cámara, se aproxima en avioneta a una isla en la busca de un tesoro, cuando de repente el avión es impactado con fuego antiaéreo. En esta espectacular secuencia, generada por el motor del juego, podemos comprobar cuál es uno de los puntos fuertes de Uncharted: Su increíble sistema de animación facial. No solo los rostros resultan realistas, sino que la animación es tremendamente fluida y expresiva. Gracias a esto, pudimos "calar" rápidamente a Drake: Un Indiana Jones despistadillo, el clásico héroe carismático, algo chapuzas, tan poco habitual en los videojuegos.
Tras estrellarnos, y suponemos que esto no es un destripe de la historia, comenzamos el juego propiamente dicho, explorando la isla a la que acabamos de llegar. Drake’s Fortune es un juego muy parecido a Tomb Raider, teniendo que explorar el escenario y saltar entre plataformas –no llegamos, sin embargo, a solucionar ningún puzle-, pero con una dosis de acción considerable que nos sorprendió bastante, pues no nos la esperábamos. Tras avanzar un poco por la isla, familiarizándonos con el control y comprobando algunas de las dinámicas de juego –en los saltos de gran distancia se cambia a una perspectiva cinemática como haciendo hincapié en que es un salto de fe-, como la necesidad de mantener el equilibrio, usando el SixAxis, cuando estamos en una plataforma complicada. He aquí uno de los usos más imaginativos, y menos "gratuitos", que hemos visto de la detección de movimiento del mando de PS3 hasta la fecha.
Tras esto comenzaba el combate, que tiene bastante miga, pues Drake combina acción cuerpo a cuerpo –no exactamente como en todos los juegos de acción, sino que el juego cambia a una perspectiva y haremos movimientos sensibles al contexto- y, sobre todo, con armas. El control de las armas es como en un juego en primera persona, blandiéndolas pulsando L1 y contando con un punto de mira que moveremos con el stick analógico derecho, disparando con el R1. El sistema de detección de impactos parecía algo verde, pues los enemigos reaccionaban de forma algo extraña a los disparos, pero el juego cuenta con un sistema de cobertura muy bien implementado y muy poco habitual en un título con tantos elementos plataformeros y de exploración.
A la hora de combatir con los enemigos podremos cubrirnos y disparar a ciegas, como en Gears of War, y usar granadas y elementos del escenario, como los recurrentes barriles explosivos. Con un apartado gráfico bastante impresionante, con un fantástico sistema de animaciones faciales, una soberbia recreación de la jungla y llamativos efectos, especialmente en el agua, Drake’s Fortune es un juego realmente sorprendente y muy prometedor. Llegará a finales de este año.
