Death Stranding es uno de los videojuegos de la temporada. El título de Hideo Kojima, padre de Metal Gear Solid, está plagado de detalles y atesora uno de los mejores guiones de los últimos tiempos. Su historia, muy particular y especial, nos habla sobre las vicisitudes del ser humano luego de un gran evento de extinción que casi aniquila la civilización por completo. Como Sam Porter Bridges (Norman Reedus), nuestra misión no es otra que la de reconectar las comunidades aisladas, reconstruyendo un horizonte destruido y abandonado. Aunque el argumento se cierra y la historia finaliza, ¿es probable que veamos una secuela?
Death Stranding: ¿el primero y único de su género?
Death Stranding es un videojuego único en su especie. Aunque recoge múltiples elementos de distintos títulos, desde mecánicas a opciones jugables, dando a luz a un nuevo tipo de género, que el propio Hideo Kojima define Strand Games. Más allá del movimiento publicitario -existente e innegable-, la verdad es que el título se siente como algo único, diferente, que ofrece al jugador una experiencia radicalmente diferente a lo visto en PlayStation 4. Ya lo decíamos en nuestro completo análisis, en el que os destacábamos la particular sensación de soledad y de viaje épico, un aspecto que muy pocos juegos han conseguido trasladar con tanta maestría. Imaginad por un momento que sois un pionero en un mundo desolado, buscando un mejor futuro para la humanidad, y en el que el mayor honor no es otro que colaborar para enviar paquetes, pertenencias y objetos de valor. En Death Stranding, conforme el postapocalíptico escenario invadido por los peligrosos Entes Varados se abre al usuario, se empieza a fomentar la colaboración y los vínculos entre jugadores, construyendo los cimientos de las estructuras que darán un mañana mejor a los humanos.
De manera inteligente, el título mezcla la premisa argumental -la conexión- y la mecánica jugable -los vínculos-, creando hilos y atando cabos la una con la otra. Es un concepto de multijugador y online asíncrono que ya hemos visto que funciona en títulos como Dragon's Dogma o Dark Souls, pero que aquí se amplía y perfecciona. Teniendo en cuenta esas bases fundacionales, absolutamente envidiables en un mercado saturado por fórmulas repetidas hasta la saciedad en los blockbusters, no sería de extrañar que se quisieran ampliar, pulir o mejorar. Reconocemos que es una paradoja, convertir lo original y único en una secuela, pero el propio Kojima ha fantaseado con ello, y diversas declaraciones realizadas a los más diversos medios, tanto japoneses como norteamericanos, lo atestiguan.
Una posible secuela con un género en evolución
Cuando Kojima parió Metal Gear a finales de los años ochenta, lo hizo pensando en un nuevo tipo de juego de acción, enfocándolos al sigilo y al no ser vistos, evitando el combate. El llamado Tactical Espionage Action, el subtítulo que tanto marcó a una generación de jugadores, fue evolucionando con el paso del tiempo y las secuelas de su saga Metal Gear, cambiando radicalmente de opciones y planteamiento, pero ofreciendo siempre unas bases idénticas y similares entre todas las entregas que con orgullo portaban tal etiqueta.
¿Puede pasar lo mismo con los llamados Strand Games? Kojima cree que sí. Hace unas semanas, el creativo japonés afirmó que, aunque concebir Death Stranding le había costado mucho, los conceptos e ideas sobre los que origina todavía tienen margen de mejora y pueden evolucionar. ¿Puede entonces usar este punto de partida y continuar en un futuro con una secuela?
"No estoy del todo seguro", explicaba Hideo Kojima a Gamespot. "La parte más difícil de todo esto radica en que, cuando creas algo nuevo, tienes que crear una secuela y luego una tercera versión o todo lo hecho no permanecerá como un género en sí mismo", confirma. Es decir, el creador de Snatcher afirma que es consciente de que, sin una secuela, los Strand Games no podrían considerarse un género, y el tiempo y el público podría olvidarlos o considerarlos una mera treta publicitaria o una anécdota más en el océano del mundo digital de consumo en el que vivimos. "Cuando Death Stranding se ponga a la venta, habrá muchos pros y contras, y habrá elementos que se conviertan en el núcleo jugable, pero creo que es mejor que continúe en una secuela", continúa. "Así pues, sí, quizás sea necesario una especie de versión 1,5, y luego la 2, tal vez para que al menos la idea permanezca y la gente esté al tanto del género. Hay muchos proyectos que surgen como dramas de televisión y cosas así. Me vienen muchas ideas", concluía.
Aún así, en el caso de ocurrir un hipotético Death Stranding 2, quizás no sería tan parecido como podríamos imaginar. Kojima ha explicado que le encantaría comenzar desde cero, buscando un punto de partida fresco y distinto. Aunque se usaran las mismas bases jugables y el trabajo previo, una secuela debería ser innovadora y diferente, algo que el propio director y productor ha ido haciendo en la citada saga Metal Gear Solid. Si miramos el primer título de PlayStation y la quinta entrega de la subsaga, veremos que hay elementos y características similares, y unas bases jugables básicas, pero multitud de diferencias, opciones perfiladas, eliminadas y reformuladas. Quizás, en el caso de construir un Death Stranding 2, podría seguir un camino similar.
Lo que sí sabemos es que, de una forma u otra, tanto él como otros miembros del casting, como el reputado actor Norman Reedus (The Walking Dead) han manifestado públicamente su interés en colaborar o realizar juntos un próximo juego.
Death Stranding 2: Ideas para una posible secuela
El argumento de Death Stranding es uno de los más lúcidos jamás paridos por Hideo Kojima y su equipo, fruto de una libertad creativa sin precedentes en la carrera del prolífico creador de videojuegos. Como os comentábamos, el título llevaba cierto tiempo en la mente del nipón, y dado que es un concepto muy rompedor y que no ha gustado a todos, quizás se necesite cierto tiempo para reposarlo y valorarlo correctamente. "Va a haber opiniones positivas y negativas sobre mi juego. Es lo que pasa cuando intentas hacer algo nuevo, incluso en el cine o en los videojuegos", ha llegado a asegurar Kojima. "Espero que con el apoyo que recibo de los fans la visión positiva se expanda y prevalezca. Y que, quizás en cinco o diez años, la gente recuerde a Death Stranding como el nuevo estándar. Entonces intentaré hacer al nuevo otra vez", concluía en el medio PlayStation Access a través de YouTube.
Sí, el guion del videojuego está bien hilvanado y cerrado, aunque hay varios indicios o pretextos que nos podrían llevar a una posible secuela o continuación ambientada en el mismo universo del juego. Ya conocemos las habituales piruetas argumentales de Kojima en Metal Gear -ahora te saco un hermano malvado, ahora vuelvo al pasado, ahora resulta que eres Big Boss-, y no sería descartable que usara uno de sus habituales tics para trasladarnos de nuevo a este futuro en el que la humanidad lucha desesperadamente por huir la extinción. Sin entrar en el spoilers concretos, Death Stranding nos habla de la aparición de grandes eventos de extinciones masivas en la Tierra, y de como, de una forma u otra, todas las grandes especies dominantes del planeta han acabado siendo eliminadas de la noche a la mañana. Según la historia del juego, y pese a que el ser humano se aferre e intente evitar lo inevitable de mil y una formas distintas, la civilización y el homo sapiens se acabarán extinguiendo más pronto que tarde, sea en siglos o milenios. Es inevitable.
¿Cómo podría continuar Death Stranding? Bueno, se nos ocurre una idea lógica. En el videojuego para PlayStation 4, se nos repite una y otra vez, que el ser humano es un explorador, un animal que busca siempre ir más allá por el mero hecho de poder hacerlo. Como jugadores nos sentimos constantemente como pioneros de un mundo el cual es implacable, duro y agreste con nosotros. Debemos sobrevivir a una lluvia ácida y peligrosa conocida como el declive, que es capaz de dar vida y marchitarla en cuestión de segundos, a tempestuosas tormentas de nieve, escalar montañas, cruzar ríos y rápidos... En definitiva, debemos luchar contra los elementos para garantizar un futuro mejor a los seres humanos que quedan con vida en la Tierra después del evento de extinción masiva conocido como Death Stranding. ¿Por qué no trasladar ese concepto a la exploración espacial? ¿Por qué no basar la secuela de Death Stranding, siguiendo con los mismos conceptos del juego original, en la búsqueda de un nuevo hogar para la humanidad?
Podría ser. Si nos fijamos, el logo de Kojima Productions, con ese homo ludens que porta la bandera del estudio, es un explorador espacial encarnado por el mismísimo Norman Reedus. Las características jugables del título podrían llevarnos a sitios como la Luna, Marte y otros planetas de nuestro sistema solar, e incluso fantasear con ir más allá. Un hipotético Death Stranding 2 podría usar todo lo visto en su primer juego y ampliarlo considerablemente, llevándonos a un título que recogiese ideas propias y las engarzase con inteligencia con otros triunfos en el género de la exploración espacial en los videojuegos, como el resucitado No Man's Sky.
¿Os imagináis una especie de Interstellar de Christopher Nolan con las ideas del juego de Sean Murray y la jugabilidad diseñada por Hideo Kojima? Nosotros sí. Sin ir más lejos, el personaje de Cliff (Mads Mikkelsen) habla con BB sobre entregarle la Luna, un aspecto que además de poético, nos parece especialmente revelador sobre las intenciones del japonés. A esto habría que sumarle el parecido estético y visual de ciertas partes del escenario del juego a lugares como Marte o Europa (una de las lunas de Júpiter), con terrenos helados y llenos de formaciones rocosas caprichosas o enormes dunas de óxido de hierro que confiere ese tono rojizo tan característico.
¿Y qué pasa con Heartman?
El director de cine Nicolas Winding Refn, que presta su aspecto para el personaje de Heartman en Death Stranding, publicó en sus redes oficiales de Twitter e Instagram un enigmático mensaje. Con el texto "Heartman volverá", el creador de Drive y The Neon Demon, posteaba una imagen donde aparece acompañado por Hideo Kojima, creador del juego. La relación entre ambos es muy especial -el director japonés hizo un cameo en la serie del danés Too Old To Die Young- y no sería de extrañar que tuviesen otra colaboración entre manos. De hecho, en apenas unas horas, los fans de NWR y Kojima comenzaron a especular si esto tiene algún significado sobre una de las películas que preparan en Kojima Productions, la hipotética secuela o es simplemente una especie de adelanto de un contenido descargable para el juego. Y quizás no falten motivos para esto último.
Dear Friends ❤️ pic.twitter.com/iE6JfPdCJA— Nicolas Winding Refn (@NicolasWR) December 7, 2019
En Death Stranding varios actores interpretan a los personajes clave, desde el citado protagonista Norman Reedus a Mads Mikkelsen, Léa Seydoux, Margaret Qualley, Troy Baker, Tommie Earl Jenkins y Lindsay Wagner. Además, varios de los amigos íntimos del japonés, como los directores Guillermo del Toro y Nicolas Winding Refn prestan su rostro y su físico para dos aliados muy especiales para Sam, Deadman y Heartman respectivamente, siendo este último uno de los más queridos por los aficionados. NWR encarna a Heartman, un personaje cuyo corazón se detiene cada 21 minutos y que intenta buscar a su familia de entre los muertos en la Playa durante esos tres minutos en los que se encuentra en absoluta muerte súbita. Acompañado de un desfibrilador, es uno de los expertos que investiga los sucesos paranormales del Death Stranding. En el videojuego, su presencia es de las más inspiradoras -rompe la cuarta pared, vive en una casa acondicionada a sus paradas cardiacas y tiene algunos de los mejores diálogos de todo el juego-, y Kojima podría usarlo para contarnos su historia particular a través de un contenido descargable que nos permita encarnarlo o jugar con él, un aspecto que podría entablar mecánicas jugables particulares.
Hideo Kojima es un creativo nato
Hideo Kojima es un creativo nato y rebosa originalidad en sus proyectos. Guste o no guste, genere división o sentimientos encontrados, se trata de una de las personalidades únicas de esta industria. Quizás el juego no tenga una secuela como la concebimos o incluso puede que vaya por otros derroteros, explorando el pasado de algún personaje, o destacando algún elemento concreto del universo del videojuego. La idea de Death Stranding ha acompañado toda la vida a Kojima, y no se trata de una flor de un solo día. El concepto puede evolucionar, cambiar y dar pie a otro videojuego completamente distinto que sí comparta elementos del nuevo género Strand Game y cambie para adaptarse a las nuevas tecnologías o incluso a las vicisitudes y comportamientos de la sociedad del mañana -solo tenéis que echar un vistazo al actual juego y el valor de lo social y los likes-. Sea como sea, Kojima no termina su carrera aquí, y en Vandal estamos deseando ver cuál será el siguiente paso de este pionero de los videojuegos.
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