Transmisión final
La relación de transmisión final ajusta el índice de marchas del diferencial, lo que permite al coche decantarse por la aceleración o por la velocidad punta. Esta relación también afecta al resto de marchas. Una relación de transmisión final alta permite que el par de motor se multiplique más veces, aumentando la aceleración a costa de reducir la velocidad punta. Una relación de transmisión final más baja reduce el par de eje, pero permite una velocidad punta mayor.
Ajusta la relación de transmisión final para que el motor solo toque el limitador de revoluciones en la sección más rápida del circuito.
Una relación demasiado baja implica perder velocidad punta, y una relación demasiado alta conlleva una pérdida de potencia en el motor.
Marcha
Ajusta la relación de marchas por separado para mantener el motor dentro de su banda de potencia tanto como lo permita la pista. Una relación alta implica más aceleración, pero menos velocidad punta. Por norma general, configura la primera marcha maximizando la aceleración para salir con ventaja de la parrilla o de las curvas lentas. Después configura la mayor marcha para que el motor se acerque a su pico de potencia en la recta más larga. Para las marchas intermedias, existen dos enfoques.
En algunos coches puede resultar provechoso seleccionar las relaciones de marchas para no tener que cambiarlas en plena curva, ya que podría alterar la estabilidad del chasis. Esto no supone un gran problema con las modernas cajas de cambios semiautomáticas, que permiten seleccionar las relaciones que ofrezcan la mejor aceleración: un amplio margen en las primeras marchas que se irá acortando conforme vayan subiendo.