Presión
La presión ajusta la potencia o el rendimiento de los frenos al pisar el pedal. Una presión elevada concede más potencia de frenada, por lo que el coche podrá frenar más rápido, aunque es más probable que los neumáticos se bloqueen. Una presión baja mejora el control al frenar y ayuda a impedir el bloqueo de neumáticos, pero también reduce la potencia de frenada, permitiendo aprovechar todo el potencial de los frenos del coche. Un equilibrio adecuado en la presión da lugar a una frenada más rápida y evita que los neumáticos se bloqueen al frenar bruscamente.
Equilibrio
El equilibrio de los frenos ajusta la carga de trabajo en los frenos delanteros y traseros. Desplazar el equilibrio de los frenos hacia delante mejora la estabilidad del coche al frenar, aunque será más probable que las ruedas delanteras se bloqueen al frenar y girar al mismo tiempo.
Desplazar el equilibrio de frenos hacia la parte trasera puede ayudar a maximizar la frenada en las cuatro ruedas, pero hacerlo en exceso puede desestabilizar el coche al frenar, sobre todo si los neumáticos traseros son los primeros en bloquearse.
Encuentra el equilibrio y la presión ideales en los frenos nos permitirá gozar de un coche más estable al frenar, maximizando también el rendimiento y reduciendo la distancia de frenado.
Apertura del conducto delantero
Ajusta la apertura del conducto para los frenos delanteros y así gestionar su temperatura de manera eficiente. Un conducto de freno más pequeño permite menos aire, por lo que la resistencia aerodinámica baja, pero la perdida de refrigeración hará que los frenos sean más propensos a sobrecalentarse. Un conducto más grande permite más flujo de aire en los frenos, pero también aumenta la carga aerodinámica. Al mejorar la refrigeración, la probabilidad de que los frenos se sobrecalienten es menor.
Busca la apertura ideal del conducto para que los frenos cubran largas distancias a una franja de temperatura óptima y minimizar su desgaste. El clima y la temperatura también influirán en el grado de apertura del conducto para los frenos. Además, la temperatura de los frenos repercute en la presión de los neumáticos calientes.
Apertura del conducto trasero
Ajusta la apertura del conducto de los frenos traseros para gestionar su temperatura de manera óptima. Un conducto de freno más pequeño permite menos aire, por lo que la resistencia aerodinámica baja, aunque también es más probable que los frenos se sobrecalienten debido a la falta de refrigeración. Un conducto más grande permite más flujo de aire, aumentando la resistencia aerodinámica, pero también la refrigeración, por lo que la probabilidad de que los frenos se sobrecalienten es menor.
Busca la apertura ideal del conducto para que los frenos tengan una temperatura óptima al cubrir largas distancias y así minimizar el desgaste en el rendimiento de frenado. El clima y la temperatura también influyen en el grado de apertura de los conductos para los frenos. Además, la temperatura de los frenos repercute en la presión de los neumáticos calientes.