Llega hasta el final de la cueva, tendrás la llave que abre la puerta. Te espera un primer jefe en esta zona, cinco mandrágoras. Pasarás mucho tiempo eliminando estados negativos con Esna o magias de tiempo. Cuando escapen por el sector, aprovecha para curar al equipo. Por lo general se recomiendan escudos que mejoren tu defensa, eso reducirá el número de turnos que necesitas curar. Una vez ganes, vuelve donde estaba el niño y recibirás algunas recompensas.
Avanza y encontrarás un cristal falso –pero al derrotarlo se convertirá en auténtico-. Lo necesitarás porque ahora te enfrentas a un nuevo jefe, Arimán. Utiliza magia para ralentizar al enemigo y prepárate para sus ataques venenosos.
Cuando le quede la mitad de su salud se dividirá, ataca a los clones para que desaparezcan, después aparecerá el verdadero. Con la victoria en tu mano, coge los cofres de la habitación y avanza por los sectores hasta salir de la zona.