La noticia esta semana de la más que probable salida de Hideo Kojima de Konami tras el lanzamiento de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain ha cogido a todo el mundo por sorpresa, pero no es algo nuevo. El creativo japonés será el último en sumarse a una lista de grandes nombres del mundo del videojuego que en los últimos años han ido abandonando sus compañías de toda la vida para embarcarse en nuevos proyectos en solitario, dejando la empresa en la que han hecho sus obras más conocidas para intentar empezar de nuevo.
Aunque el mundo del videojuego no es como el del cine y hay todavía pocos nombres identificables, en los últimos años se ha producido la "espantada" de diseñadores de la talla de Peter Molyneux, John Carmack, Will Wright, Cliff Bleszinski, Fumito Ueda, Richard Garriott, Hironobu Sakaguchi, Yuji Naka, Jade Raymond o Yoshiki Okamoto, por citar unos cuantos. De los más conocidos, solamente Shigeru Miyamoto de Nintendo y Kazunori Yamauchi de Polyphony Digital siguen al pie del cañón. Ha sido un fenómeno que comenzó hace unos años en Japón y que poco a poco ha ido extendiéndose, catapultado por las nuevas oportunidades que ofrecen los juegos independientes y la distribución digital, y también, en casos como el de Carmack, la expansión de la tecnología.
De consumarse la salida de Kojima, algo que parece casi seguro tras anunciar Konami sus propios planes de continuar con Metal Gear, el creativo nipón se sumaría a una lista creciente que incluye a un buen porcentaje del "salón de la fama" de los premios DICE, por el momento lo más parecido al Óscar honorífico que hay en el mundo del videojuego.
"Salón de la fama" de diseñadores de juegos de los premios DICE
1998: Shigeru Miyamoto (Nintendo). Continúa
1999: Sid Meier (Firaxis Games). Continúa
2000: Hironobu Sakaguchi (Square Enix). Abandonó Square Enix para fundar Mistwalker
2001: John Carmack (id Software). Abandonó id por Oculus Rift
2002: Will Wright (Maxis). Abandonó en busca de sus propios proyectos.
2003: Yu Suzuki (Sega). Abandonó tras una progresiva desvinculación.
2004: Peter Molyneux (Lionhead). Abandonó para fundar 22 cans.
2005: Trip Hawkins (Electronic Arts). La abandonó en 1993.
2006: Richard Garriott (Origin). La abandonó en 2000.
2007: Dani Bunten (Ozark Softscape). Falleció en 1998.
2008: Michael Morhaime (Blizzard). Continúa.
2009: Bruce Shelley (Ensemble). La compañía fue desmantelada.
2010: Mark Cerny (Cerny Games). Se asume que continúa.
2011: Ray Muzyka & Greg Zeschuk (Bioware). La abandonaron en 2012.
2012: Time Sweeney (Epic Games). Continúa.
2013: Gabe Newell (Valve Software). Continúa.
2014. Sam y Dan Houser, Leslie Benzies (Rockstar Games). Continúan.
Los precursores de Japón
Los diseñadores japoneses siempre han tenido algo más de nombre que los occidentales y, pese a esa imagen del empleado unido de por vida a su compañía como si de un samurái se tratase, fue en el país nipón donde se produjeron las primeras grandes salidas. El precursor de todas ellas fue Hironobu Sakaguchi, creador de Final Fantasy, que abandonó Squaresoft en el año 2002 tras los desastrosos resultados de la película Final Fantasy: La fuerza interior. Tras producir las primeras nueve entregas de la saga de rol de la compañía y colaborar en otros títulos como Vagrant Story, el batacazo del salto de Final Fantasy a la gran pantalla supuso el fin de Sakaguchi en Square.
Este fracaso en taquilla de la película no solo se "cobró" al creador de la serie, sino que también puso en graves apuros financieros a la compañía, que primero fue vendida parcialmente a Sony, para después fusionarse con Enix, su rival de toda la vida, formando Square Enix. El propio Sakaguchi se ríe ahora de toda la historia, protagonizando esta parodia que encantará a los fans de la saga y que cuenta con un cameo de Cliff Bleszinski, también presente en este artículo.
Sakaguchi fundaría en 2004 la compañía Mistwalker, que ha hecho juegos como Lost Odyssey o Blue Dragon para Xbox 360 y The Last Story para Wii. Su última y exitosa apuesta ha sido Terra Battle para iOS y Android.
La vieja guardia de Capcom y Sega
La salida de Sakaguchi fue sonada, en combinación con los problemas de Squaresoft, pero no tardarían en llegar otras. Sega, todavía renqueante por el fin de la Dreamcast y en su proceso de convertirse en third-party y Capcom serían las siguientes en sufrir sonadas bajas.
En el caso de Sega, tras su fusión con Sammy el primero en salir fue Tetsuya Mizuguchi, uno de sus diseñadores más reconocidos y autor de Space Channel 5, Rez y Sega Rally. Mizuguchi abandonó Sega en octubre del año 2003 para fundar poco después su propio estudio, Q Entertainment, lanzando pronto títulos como Lumines, Meteos, Every-Extend Extra o Ninety-Nine Nights.
Otro de los pesos pesados de Sega, Yuji Naka, el mismísimo creador de Sonic, abandonaría la casa en el año 2006 para fundar su propio estudio, Prope, con el que ha creado juegos de todo tipo, desde licencias como Digimon All-Star Rumble hasta el próximo Rodea the Sky Soldier.
Finalmente, quizás el mayor peso pesado de Sega, Yu Suzuki, dejó la compañía a finales de 2011 tras un largo periodo de ostracismo tras el fin de la consola Dreamcast. Suzuki estuvo al frente del departamento AM2 durante dos décadas, en las que creó videojuegos principalmente para recreativa que siempre destacaban por llevar un paso más allá los gráficos. Suyos son Super Hang-On, Outrun, After Burner, Virtua Fighter o Virtua Cop, pero el proyecto por el que siempre será recordado, y probablemente el que le "condenó", fue Shenmue. La aventura de Ryo Hazuki del año 2000, cuyas innovaciones fueron adoptando el resto de juegos durante la siguiente década, fue el juego más caro de la historia durante varios años y nunca recuperó la inversión. Tras una década sin hacer apenas juegos, Suzuki ha colaborado recientemente con Sega en la adaptación móvil de Virtua Fighter.
La nueva vida de los diseñadores de Capcom
Capcom ha sido la otra gran compañía japonesa que ha tenido su propia fuga de talentos. Primero Yoshiki Okamoto, luego Shinji Mikami, después el Clover Studio al completo con Hideki Kamiya y Atsushi Inaba y finalmente Keiji Inafune.
El primero, Okamoto, que había comenzado en Konami, participó en Capcom en éxitos de los 80 y 90 como 1942 o Side Arms, y particularmente en Street Fighter II y Final Fight. También participó en la gestación de la saga Resident Evil. Abandonó Capcom en 2003 para formar Game Republic, donde ha hecho títulos como Genji o Folklore, para cerrar en 2011. Actualmente se dedica a los juegos para móviles.
Shinji Mikami es considerado el creador de la saga Resident Evil de Capcom, dirigiendo sus cuatro primeras entregas, incluyendo el polémico "paso a la acción" de la cuarta parte. También tuvo que ver en la creación de Devil May Cry y The Viewtiful Joe. Tras casi quince años en Capcom y tras firmar el juego de culto God Hand, Mikami abandonó la compañía, colaborando en diferentes proyectos. Tras colaborar con SUDA 51 en Shadows of the Damned y firmar Vanquish con Platinum Games, ha fundado Tango Gameworks, lanzando el año pasado su vuelta al terror, The Evil Within.
Al final de su trayectoria en Capcom, Mikami había colaborado con el Clover Studio, un pequeño grupo de desarrollo dentro de la compañía capitaneado por Atsushi Inaba (creador de Viewtiful Joe y Okami) y Hideki Kamiya (creador de Devil May Cry). Tras el desmantelamiento del estudio, estos diseñadores fundaron su propia compañía, Platinum Games, con la que han creado títulos de marcado sabor japonés, al estilo de sus últimas creaciones de Capcom. Inaba ha firmado MadWorld para Wii y Anarchy Reigns para PS3 y Xbox 360, mientras que Kamiya ideó Bayonetta como heredera del estilo de los Devil May Cry y The Wonderful 101. Su estudio Platinum Games sigue siendo independiente, aunque por ahora solo ha trabajado para Sega y Nintendo.
Finalmente, Keiji Inafune ha sido la más reciente baja sonada de Capcom. Nada menos que el creador de Mega Man, el personaje más reconocible de la compañía, sobre el que no ha vuelto a haber noticias desde entonces. Inafune también ejerció de productor en los Resident Evil e ideó la saga Onimusha. Su salida fue en 2010 y desde entonces ha firmado juegos como Soul Sacrifice o Yaiba: Ninja Gaiden Z, pero con el auge del Kickstarter ha podido hacer su sueño realidad: su "nuevo" Mega Man, Mighty No.9.
Solo el pintoresco y carismático Yoshinori Ono queda como rostro reconocible en la compañía.
El misterio de Fumito Ueda y los amagos de Sakurai
Terminando con los grandes desarrolladores japoneses de juegos, está el misterioso caso de Fumito Ueda, creador con Sony de Ico y Shadow of the Colossus y, se supone, de The Last Guardian. Este proyecto fue anunciado en 2007 y desde entonces se han sabido pocas cosas nuevas, y los rumores no han parado de sucederse. Se asume que Ueda ha abandonado Sony en diciembre de 2011 y está participando en el proyecto como colaborador externo.
Finalmente, Masahiro Sakurai, creador de Super Smash Bros., constantemente amaga con abandonar Nintendo. Formalmente ya lo hizo hace unos años, creando su propia compañía, Sora, que sin embargo no ha dejado de trabajar con Smash Bros. siempre en colaboración con otras compañías y para Nintendo. Hace poco, con el estrés de lanzar los nuevos Super Smash Bros., Sakurai afirmó que dejaría el mundo del videojuego "si esto sigue así".
Las "huidas" en Occidente
Cuando estos grandes diseñadores de juegos nipones dejaron sus hogares eran otros tiempos. En esta década, la de Twitter o el Kickstarter, las salidas se han generalizado y se han beneficiado de una publicidad mucho mayor, acompañada por lo tanto de nuevas oportunidades de dar a conocer proyectos y recibir inversiones.
Antes del aluvión de salidas actuales ya existía una moda bastante asentada: irse de Electronic Arts. Trip Hawkins fundó la compañía en 1982 (dejando Apple, donde era director de marketing), pero la abandonó en 1993 para formar 3DO con el apoyo de la misma EA y aspirar a ser un fabricante de consolas. Menos amistosas fueron las salidas de Peter Molyneux, que abandonó en 1997 la compañía tras venderles su estudio Bullfrog, y la de Richard Garriott, que tiene bastante miga.
Garriott, alias Lord British, es el creador de la saga Ultima y uno de los padres del RPG occidental, pero sobre todo es el único e indiscutible creador de los juegos de rol masivos online, con Ultima Online en 1997, que todavía sigue en marcha. Garriott vendió Origin, su compañía, a Electronic Arts, para la que siguió trabajando hasta que cancelaron todos sus proyectos y la desmantelaron, precipitando su abandono para formar Destination Games. Aliándose con la coreana NCSoft, desarrolló el juego de rol masivo online Tabula Rasa, que no tuvo el éxito esperado.
Como anécdota curiosa, de las mejores que hay en el mundo del videojuego y no demasiado conocida, NCSoft anunció el fin de Tabula Rasa y el despido de Lord British con una "carta abierta a la comunidad" supuestamente firmada por Richard Garriott, que él afirmó no haber escrito probando que en esos momentos estaba en cuarentena tras su viaje como turista a la Estación Espacial Internacional (en serio). Como resultado de todo el embrollo, NCSoft tuvo que indemnizarlo con 28 millones de dólares. En estos momentos prepara Shroud of the Avatar, un juego online para el que ya ha recaudado 7 millones de dólares. Origin fue recuperada como marca y ahora es la tienda online de EA.
Como otro caso pionero está el de John Romero, que a finales de los 90 abandonó id Software para montar ION Storm y protagonizar la extraña historia de Daikatana.
Infinity Ward, Visceral Games, Respawn Entertainment y Sledgehammer Games
En el año 2010, en pleno cénit del fenómeno Call of Duty, hubo algo que truncó los planes de Activision. Vince Zampella y Jason West, creadores de la saga, anunciaban sus planes de abandonar Infinity Ward y fundar su propio estudio de desarrollo. La propia Infinity Ward se había formado después de que los creadores de Medal of Honor abandonasen Electronic Arts para ponerse bajo el paraguas de Activision, y ahora West y Zampella recorrían el camino inverso, fundando Respawn Entertainment y trabajando para Electronic Arts de nuevo.
Además de muchas noticias y demandas, esto produjo que Infinity Ward se quedase muy mermada de personal y que el desarrollo de Call of Duty: Modern Warfare 3 sufriese las consecuencias. El juego no salió mal del todo, pero lejos del nivel del anterior Modern Warfare 2, y el trabajo que el estudio no pudo asumir lo llevó a cabo Sledgehammer Games, un nuevo equipo formado por Activision, que recientemente ha firmado Call of Duty: Advanced Warfare.
¿De dónde venía este equipo? Ex integrantes de Visceral Games, el estudio de Electronic Arts responsable de Dead Space o Dante’s Inferno, que lo habían abandonado ante el hartazgo de hacer secuelas de juegos.
Entonces, en resumidas cuentas:
- Los que se fueron de EA a Activision fundando Infinity Ward han formado Respawn Entertaiment y ahora trabajan para EA.
- Los que se fueron de EA a Activision porque estaban cansados de secuelas, fundando Sledgehammer Games, ahora hacen Call of Duty para Activision.
Como nota relacionada, Robert Bowling, community manager de Infinity Ward, dejó la compañía después de Modern Warfare 3 para fundar Robotoki y preparar Human Element. A principios de este año se detenía este proyecto.
Molyneux y Bleszinski
Mención aparte merecen las salidas más sonadas, sobre todo por la gran popularidad entre los jugadores de ambos diseñadores. La de Peter Molyneux de Microsoft y la de Cliff Bleszinski de Epic Games.
Como os contábamos antes, Molyneux ya había abandonado EA en 1997, formando Lionhead Studios, la compañía que después haría Black & White o Fable, ya para Microsoft. El proceso de la "fuga" de Molyneux de Microsoft fue paralelo al que vivió con EA. Primero, Microsoft compró Lionhead, del mismo modo que EA compró Bullfrog. Luego, Molyneux entró en la estructura de Microsoft como director de Microsoft Game Studios, del mismo modo que fue ascendido a vicepresidente de EA en 1994. Finalmente, Molyneux dejó ambas compañías.
En esta ocasión Molyneux abandonó Microsoft en marzo de 2012 para formar 22 cans. Atrás dejaba una trayectoria con grandes juegos, pero siempre marcada por la cantidad de promesas incumplidas que se dejaban por el camino. La última de ellas fue la de Milo, el niño virtual que se controlaría con Kinect. La salida de Microsoft y la fundación de 22 cans llevó a Molyneux a una especie de "catarsis", llegando incluso a llorar en una entrevista reconociendo que sí, que había vendido demasiado humo, y que se arrepentía.
La fundación de 22 cans atrajo la atención de muchos desarrolladores que se unieron rápidamente al estudio, y el primer juego fue 100% Molyneux: Curiosity, una aplicación móvil que retaba a los jugadores a destruir colectivamente un cubo gigante formado por miles de millones de piezas. El que rompiese la última se llevaría un "secreto", que podría compartir o guardarse para sí. Esta sorpresa resultó poder ser el "dios" del próximo juego de Molyneux, Project GODUS, una especie de puesta al día de la fórmula Populous que el mismo Molyneux inventó. El proyecto está en acceso temprano, pero ya ha generado alguna polémica… por promesas incumplidas. Molyneux ha decidido no volver a hablar con la prensa.
Los jugadores no le tienen tanta manía a Cliff Bleszinski, pero su salida también dio que hablar. El creador de Gears of War comenzó su carrera en Epic Games siendo solo un adolescente, firmando Jack Jazzrabit, y tras más de media vida en la compañía la abandonaba en 2012 de forma amistosa, afirmando que iba a tomarse un año sabático. Dicho y hecho, CliffyB estuvo un tiempo sin anunciar nada, hasta que ahora ha vuelto con Project BlueStreak, con su nuevo estudio Boss Key Productions. Será editado por Epic Games.
Jade Raymond, Patrice Désilets y Michel Ancel
Otra de las grandes compañías, Ubisoft, también ha sufrido bajas de renombre. Su saga más importante en los últimos años, Assassin’s Creed, tuvo dos creadores que han dejado de trabajar para la compañía. Primero Patrice Désilets la dejó al no estar de acuerdo con el rumbo de la saga y se embarcó en su nuevo proyecto para THQ, que se fue al traste con la quiebra de la compañía. De hecho, Ubisoft compró el estudio de THQ para el que trabajaba Désilets, produciéndose por cuestiones del destino una nueva y veloz salida del diseñador.
La salida de Jade Raymond ha sido la más reciente. "Rostro" del primer Assassin’s Creed, generando mucha expectación por el hecho de tratarse de una mujer muy atractiva, Raymond permaneció vinculada un tiempo más a la saga, para finalmente ser una de las fundadoras del nuevo estudio de Ubisoft en Toronto, donde produjo Splinter Cell: Blacklist. Al contrario de la de Désilets, la salida de Raymond fue amistosa, declarando: "Esta es una de las decisiones más difíciles de mi carrera, pero el estudio de Toronto es fuerte y sigue un camino muy sólido. Confío en que ahora es un buen momento para la transición del liderazgo del estudio a Alex y perseguir mis otras ambiciones y oportunidades".
Finalmente, Michel Ancel, creador de Rayman, la mascota de la compañía, ha "dejado a medias" Ubisoft recientemente. No hay una información muy clara sobre esto, pero al parecer Ancel seguirá colaborando con Ubisoft en la creación de títulos en el estudio de la compañía en Montpellier, mientras al mismo tiempo trabaja en su propio estudio independiente, Wild Sheep ("oveja salvaje"). Su primer título se llama precisamente Wild.
Will Wright, los fundadores de Bioware y John Carmack
Con el perfil bajo que siempre les ha caracterizado, quizás las salidas más importantes de todas hayan sido las de Will Wright, Greg Zeschuk y Ray Muzyka y John Carmack, en 2009, 2012 y 2013 respectivamente.
Will Wright no necesita presentación. Es el creador de SimCity, Los Sims y Spore. Todos sus juegos han sido influyentes, especialmente los dos primeros, padres de sus respectivos géneros. Poco después de lanzar Spore, que no repitió el éxito de los anteriores, Wright anunciaba su intención de abandonar Electronic Arts de manera amistosa y así dedicarse a sus proyectos. Actualmente se dedica a la producción de programas de televisión, entre otras tareas.
Greg Zeschuk y Ray Muzyka han sido nombres indivisibles desde mediados de los 90, cuando abandonaron su carrera de médicos para fundar Bioware. Juntos han creado títulos como Baldur’s Gate, Mass Effect, Dragon Age o Neverwinter Nights. En 2012, cinco años después de la venta de su compañía a Electronic Arts, anunciaban que la abandonaban para perseguir nuevos proyectos en solitario y por separado. Desde entonces han seguido relacionados con el mundo de la tecnología, con proyectos de inversión, pero no han vuelto a involucrarse en la creación de videojuegos.
Finalmente, John Carmack, creador de Wolfenstein, Doom y Quake e innovador en los gráficos 3D, cuyas técnicas siguen usando los juegos actuales, dejó id Software para fichar por Oculus Rift, viendo claro que el futuro está en la realidad virtual. La salida de John Carmack parecía cantada después de que su compañía fuese adquirida por Bethesda y de que las ventas de RAGE, primer juego en usar la tecnología Tech 5, no fuesen las esperadas.
Carmack se mantiene activo en las redes sociales y es ahora una de las personas clave en el desarrollo de las gafas Oculus, ahora propiedad de Facebook. Su ex compañía prepara el retorno de Doom.
Como podemos ver, la época en la que los grandes diseñadores se unían inexorablemente a una compañía parece estar llegando a su fin, algo natural a medida que la industria del videojuego crece y madura. Es una incógnita lo que hará Hideo Kojima cuando se marche de Konami, pero por el momento ya ha asegurado que está al 100% con Metal Gear Solid V. Lo que hará después del 1 de septiembre de 2015, cuando sale el juego, o qué será de Silent Hills, es una incógnita que descubriremos relativamente pronto.