La idea de construir un túnel submarino que conecte España y Marruecos, y por ende Europa con África, vuelve a ser una posibilidad tangible tras años de inactividad. Este ambicioso proyecto, que busca unir Algeciras con Tánger, ha sido reactivado gracias a la mejora en las relaciones diplomáticas entre ambos países. Según informa El Independiente, la empresa estatal encargada de su desarrollo ha firmado un contrato para adquirir sismómetros marinos, un paso clave para reanudar los estudios de viabilidad del terreno submarino.
Nuevas investigaciones tras una década de pausa
Los sismómetros, arrendados por un periodo de seis meses por 486.000 euros, serán utilizados para llevar a cabo un nuevo estudio sismotectónico en el Estrecho de Gibraltar, el primero desde 2014. Este análisis se realizará a bordo del “Capitán de Navío Manuel Catalán Morollón” y pretende actualizar los datos sobre la actividad sísmica en la zona. Según estudios previos realizados por la catedrática Elisa Buforn de la Universidad Complutense de Madrid, esta región registra terremotos de magnitudes superiores a 4, a profundidades mayores de 40 kilómetros, lo que añade un reto significativo al proyecto.
El desafío de las placas tectónicas
La geología del Estrecho de Gibraltar es particularmente compleja, ya que en esta área convergen las placas tectónicas euroasiática y africana. Esto no solo eleva el riesgo sísmico, sino que complica las operaciones de construcción y aumenta los requisitos de ingeniería. Los nuevos estudios permitirán evaluar con mayor precisión cómo estas condiciones afectan a la viabilidad del túnel y qué soluciones se podrían implementar para garantizar su seguridad.
Un proyecto ambicioso y costoso
Más allá de los desafíos técnicos, el costo del túnel submarino es otro obstáculo importante. Según estimaciones, la construcción podría superar los 26.000 millones de euros, lo que lo convertiría en uno de los proyectos de infraestructura más costosos de la historia. Este aspecto ha frenado avances en el pasado, aunque se espera que el renovado interés político y los beneficios económicos potenciales impulsen su desarrollo.
Un paso hacia la integración continental
Si se lleva a cabo, el túnel entre España y Marruecos representaría un hito histórico en términos de ingeniería, además de ser un símbolo de cooperación internacional. Esta conexión podría transformar las relaciones comerciales, sociales y culturales entre Europa y África, creando un nuevo corredor de oportunidades y fortaleciendo la interdependencia entre ambos continentes. Sin embargo, aún queda un largo camino de estudios, acuerdos y financiación por recorrer antes de que este sueño se haga realidad.