Mientras la segunda temporada de El Señor de los Anillos: Los anillos de poder arrasa en Prime Video al congregar millones de espectadores alrededor de su historia basada en Los Apéndices de J.R.R. Tolkien y Peter Jackson apunta a los cines con La guerra de los rohirrim, varios videojuegos basados en la Tierra Media viven una segunda juventud. Hace unos meses reivindicamos un título olvidado y hace unos días, nos hicimos eco del resurgir de El Señor de los Anillos Online. Pero hay juegos que no tuvieron tanta suerte, y gracias a los fans, han revivido o tenido una segunda oportunidad. El Señor de los Anillos: La Conquista es uno de ellos y esta es su historia.
Como Star Wars: Battlefront en la Tierra Media: Así fue el criticado juego de El Señor de los Anillos' que ahora es un título de culto
Remontémonos al 2009. Pandemic Studios y Electronic Arts, propietaria en aquel entonces de la licencia, lanzaron El Señor de los Anillos: La Conquista en PC, Xbox 360, PlayStation 3, y Nintendo DS. Era un videojuego muy ambicioso que intentó recrear las épicas batallas del legendario universo de Tolkien, pero desde un enfoque más centrado en la acción y las dinámicas multijugador. En aquellos años, este concepto, sumado al fervor causado por la trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos, aprovechando la licencia de las películas de Peter Jackson para ofrecer a los jugadores la posibilidad de revivir (y reimaginar) los eventos clave de la Guerra del Anillo.
El planteamiento era muy similar al de la popular saga Star Wars: Battlefront, también desarrollada por Pandemic, que tenía cierta experiencia en estos lares, Conquista apostaba por grandes batallas multijugador donde el jugador podía controlar tanto a los héroes de la Luz (como Aragorn, Legolas o Gandalf) como a los de la Oscuridad (Sauron, Saruman y los Nazgûl). El concepto estaba a prueba de bombas, y la novedad más interesante del título fue la inclusión de una campaña centrada en las Fuerzas de la Oscuridad, que permitía al jugador explorar un escenario alternativo en el que Sauron lograba recuperar el Anillo Único con sus fanáticas legiones.
El título ofrece dos campañas principales, una de ellas centradas en la Luz, que sigue los eventos de las películas, y la historia relacionada con la temática Oscura, donde los jugadores asumen el rol de las fuerzas malignas de Sauron en la Tercera Edad. Cada misión está dividida en niveles donde los jugadores deben tomar puntos estratégicos, defender posiciones clave o atacar ejércitos rivales, siempre con una fuerte dependencia del trabajo en equipo. Así se lograba revitalizar el concepto táctico y estratégico, muy promocionado, aunque en la práctica nos hacía movernos por el escenario de forma un tanto frenética, como ya ocurría en Battlefront, pero con un fallo fundamental: no había tanta dependencia del disparo a distancia.
La jugabilidad de La Conquista estaba enraizada en un sistema de clases que, sobre el papel, funcionaba bien, ya que se nos invitaba a elegir entre cuatro tipos de personajes: guerrero, arquero, mago y explorador, cada uno con habilidades específicas y muy diferenciadas las unas de las otras. Por ejemplo, los guerreros eran muy efectivos en el combate cuerpo a cuerpo, mientras que los arqueros se especializaban en ataques a larga distancia. Los magos, un tanto exagerados y demasiado poderosos, combinan las habilidades defensivas y ofensivas, como barreras de energía y ataques con fuego, y se convirtieron en vitales en el modo online. Por último, los exploradores tenían la capacidad de volverse invisibles para realizar ataques furtivos.
Pandemic explicó que este enfoque en las clases le daba una variedad táctica a las batallas en la Tierra Media, permitiendo que los jugadores seleccionaran su estilo de juego preferido y adaptaran sus estrategias en función de las necesidades del equipo. Pero no funcionaba del todo así, ya que a veces nos encontrábamos con claros desequilibrios entre facciones. Además, como en Star Wars: Battlefront, existía la posibilidad de controlar personajes heroicos con habilidades especiales, lo que añadía un componente de poder y espectacularidad. ¿Quién no quiere jugar como los grandes héroes o villanos de El Señor de los Anillos?
A nivel gráfico, El Señor de los Anillos: La Conquista se beneficiaba de las licencias cinematográficas de la trilogía, utilizando diseños de personajes y escenarios que resultaban familiares para los fans de las películas. Weta Digital trabajó codo con codo junto a Pandemic, ofreciéndole un montón de modelos de personajes y edificios en tres dimensiones que eran trasladados al juego con menor índice de polígonos. Teníamos Minas Tirith, el Abismo de Helm o La Comarca, todas ellas relacionadas con lo visto en las adaptaciones de Peter Jackson. Eso sí, sobre el papel muy bien, pero en términos técnicos, el juego no lograba alcanzar el nivel de detalle o el pulido visual de otros títulos de la época y el título se resentía, con un claro tearing, falta de definición y más. Los paisajes de la Tierra Media, aunque grandes y bastante impresionantes, a menudo presentaban texturas planas y efectos visuales limitados, lo que afectaba la inmersión -pese a usar piezas de la banda sonora de Howard Shore-.
La animación de los personajes, especialmente en combate, se veía algo rígida y poco creíble, y los efectos visuales, como las explosiones o los hechizos mágicos, quedaban particularmente extraños y fuera de tono. No encajaban en un juego de El Señor de los Anillos. Aun así, el juego lograba transmitir cierta escala propia de las grandes batallas vistas en la Guerra del Anillo, con un gran número de personajes en pantalla y momentos épicos que evocaban las grandes escenas de las películas. Y eso lo hacía ser muy querido.
El Señor de los Anillos: La Conquista tenía un modo multijugador que no terminaba de encajar del todo y dio problemas en su lanzamiento
Uno de los aspectos más atractivos de La Conquista fue su enfoque en el multijugador, como no podía ser de otra forma. El juego permitía batallas online de hasta 16 jugadores en PC y 8 en consolas, lo que permitía recrear grandes enfrentamientos en tiempo real entre los ejércitos de la Luz y la Oscuridad. Pero las diferencias entre PC y consolas era más que obvia, pese al añadido de bots y otros elementos para rellenar. También contaba con un modo cooperativo que permitía a dos jugadores completar las campañas juntos, un añadido que si bien no brillaba especialmente, sí permitía ofrecer más opciones jugables en un juego que sin la conexión a internet se podía quedar algo corto.
Sin embargo, el modo multijugador fue un arma de doble filo para el juego. Si bien brindaba momentos intensos y caóticos que podían ser muy divertidos, la infraestructura de los servidores no estaba a la altura, lo que provocaba problemas de lag y caídas frecuentes en las conexiones, afectando la experiencia de muchos jugadores. Durante los primeros meses de su lanzamiento, La Conquista no era un título especialmente sólido y las partidas tardaban en llenarse, el matchmaking era un poco desastre e incluso teníamos desconexiones en mitad de los encuentros. Además, la ausencia de un sistema de progresión robusto hizo que muchos jugadores perdieran el interés tras varias horas de juego. ¿Para qué invertir tanto tiempo en él si no había recompensas? Y eso afectó al juego a nivel de críticas.
El Señor de los Anillos: Conquista no fue bien recibido a nivel de críticas, pero sí es cierto que los fans lo han mantenido con vida y mejorado muchos de sus errores
Aunque muchos elogiaron su fidelidad al material original y su concepto de grandes batallas multijugador, las carencias en su jugabilidad y gráficos fueron muy criticadas, así como el diseño repetitivo de las misiones o el control, que no estaba tan fino y ajustado como en su primo lejano, Star Wars: Battlefront. Desgraciadamente, aunque no funcionó mal en ventas, nunca alcanzó las cifras esperadas por Electronic Arts, y su vida útil se vio acortada en gran parte por el cierre de Pandemic Studios, lo que dejó al juego sin soporte para parches o actualizaciones. Fue una lástima.
En los últimos tiempos, a lo largo de los años más recientes, la comunidad de jugadores ha intentado mantener vivo El Señor de los Anillos: La Conquista mediante mods y proyectos de remake. Aunque no existe un remake oficial, ya que EA perdió la licencia, diversos grupos de modders han trabajado en mejorar los gráficos, corregir errores y expandir las posibilidades del juego original. Algunos de estos proyectos han logrado optimizar el rendimiento gráfico y añadir nuevos mapas, pero el esfuerzo comunitario ha sido fragmentado y en muchos casos limitado por cuestiones legales relacionadas con los derechos de la franquicia.
El mod más destacado es Conquest: Reimagined o Remastered, un proyecto que busca modernizar el juego utilizando el motor Unreal Engine 5. Este remake tiene como objetivo no solo mejorar los gráficos, sino también añadir nuevas mecánicas de juego y modos multijugador más robustos, en un intento por revivir el interés por este clásico infravalorado. Aunque claro, en los últimos meses han surgido rumores de que el proyecto está en un camino sin salida y que su desarrollo se ha pausado, llevando a que muchos usuarios desconfíen de su futuro lanzamiento.
El Señor de los Anillos: La Conquista es un juego que, a pesar de sus problemas técnicos y sus evidentes fallos, tiene un lugar en el corazón de los fans de Tolkien y los juegos de acción multijugador. Intentó seguir la tendencia de Battlefront, adaptar con fidelidad las películas de Peter Jackson y ofrecer algo distinto. Aunque el cierre de Pandemic Studios marcó el fin de su soporte oficial, la comunidad ha mantenido viva la esperanza de una segunda vida para el juego. A pesar de su atribulado lanzamiento, este juego de El Señor de los Anillos representa una oportunidad perdida que ahora, con una nueva perspectiva, podría redescubrirse. Si tenéis nostalgia de la Tierra Media, sigue brindando una experiencia que nos conecta con su glorioso pasado.
