AMD lleva varios años quitándose el adjetivo de empresa 'menor' en el mundo del hardware y los componentes. Tras realizar importantes avances en el mundo del PC, y de diseñar el corazón y la mente de las nuevas consolas PlayStation 5 y Xbox Series X, sus máximos responsables confirmaron que querían ir más allá, ofreciendo soluciones potentes, únicas e intentando llegar además a otros públicos. La semana pasada, el fabricante lanzó sus nuevos procesadores Threadripper 3990X, unas unidades de 64 núcleos tan potentes que son capaces de mover Crysis si necesidad de tarjeta gráfica auxiliar.
Un procesador diseñado para otros trabajos pero que es capaz de mover juegos
Primero, comencemos por lo evidente: AMD no ha diseñado esta CPU para mover juegos. Se trata de una unidad diseñada para estaciones de trabajo, servidores o dispositivos de renderizado, por lo que hablaríamos de un chipset pensado precisamente para el entorno profesional. Por ejemplo, el fabricante destaca que es un procesador muy solvente para usuarios que necesiten una unidad potente para trabajar con Photoshop y otros programas o aplicaciones que requieran mucho consumo y procesados paralelos.
Sin ir más lejos, los 64 núcleos y 128 hilos de procesado que ofrece por 4000 euros son ideales para ese tipo de uso. Pero como comentan en PCWorld, una de las habituales pruebas cuando salen al mercado componentes así, es llevarlo al límite con tareas absurdas o de gran consumo. Y ahí, Crysis sigue destacando.
El canal de YouTube Linus Tech Tips ha decidido llevarlo al máximo intentando ver si era capaz de manejar una auténtica bestia del consumo de recursos con Crysis. No obstante, el videojuego de acción de Crytek fue, en su día, un benchmark ideal para saber si nuestro PC estaba a la altura, y como podéis comprobar en estas líneas, si bien no es equiparable a un PC dedicado, el resultado no está mal. El shooter se mueve entre 20 y 30 frames por segundo a una resolución 1080p o Full HD y con un detalle más que aceptable.
Lo curioso del asunto es que lo hace funcionar sin necesidad de GPU o unidad de tarjeta gráfica extra, hablamos de Crysis ejecutándose enteramente en el hardware y el software incluido de serie por AMD para su unidad de procesador, por lo que la carga y los cálculos necesarios recaen al completo en la CPU. Hacer funcionar CryEngine 2, el laureado sucesor del motor CryEngine del mítico Far Cry en una única pieza de hardware, si tenemos en cuenta la trayectoria del videojuego y lo importante que fue en su día, es bastante curioso y reseñable. Además, no podemos olvidar que hablamos de un juego que presentaba compatibilidad con DirectX 10, un estándar por aquel entonces poco usado, ofreciendo entornos tan creíbles como tangibles en los ordenadores más avanzados, con numerosa destrucción de elementos y cálculos o simulaciones impensables en aquellos días.