Durante mucho tiempo ha permanecido el estereotipo del jugador solitario y aislado del trabajo u otras responsabilidades. Un nuevo estudio de Researchscape en colaboración con el fabricante Alienware dice que la realidad es muy diferente y la comunidad es mucho más grande y diversa que nunca.
Se ha hecho una encuesta a casi 6000 jugadores de once países -Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Japón, Nueva Zelda, Estados Unidos y Reino Unido- sobre sus hábitos de juego entre aquellos que dedicaban al menos una hora a la semana en formatos domésticos.
Los resultados indican que el jugador ya no es el joven solitario que vive en el piso de sus padres, y se ponen múltiples ejemplos de personas adultas, con hijos y trabajo, que se autodefinen como jugadores.
"Quedan lejos los días en los que ser llamado 'gamer' era peyorativo. Según los encuestados, menos de 1 de cada 10 siente ser juzgado, infantil o avergonzado cuando es llamado 'gamer' -8-9%-". En su lugar consideran la etiqueta como algo que hace referencia a la diversión o la emoción.
No juegan solos
Un 27% de estos jugadores habría introducido a sus amigos o familiares en los videojuegos, y un 25% a cinco o más personas. Además con la popularidad de los juegos y deportes electrónicos, se cree que tarde o temprano aquellos que no han jugado nunca empezarán a conocer más de la industria de una manera u otra.
Sobre los motivos de juego, la mayoría lo hace para relajarse, pero también se cita pasar el tiempo. A un 40% le da igual su nivel de habilidad, aunque irónicamente a casi nadie le gusta ser identificado como novato -sólo un 6%-. Un 40% se considera casual, un 25% bueno con los juegos y un 8% dice poder competir con los jugadores profesionales.
Cuando no están jugando, su atención está puesta en la música, tiempo con la familia o amigos. También se citan los viajes, la lectura y la escritura.
