Verano de Dragon Ball: Dragon Ball Z: Super Butōden 2

Dragon Ball Z: Super Butōden 2: Continuamos nuestro repaso de los juegos basados en la obra de Akira Toriyama.
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Verano de Dragon Ball

Dragon Ball FighterZ fue uno de los grandes anuncios del pasado E3, y tras su calurosa acogida en Vandal queremos celebrarlo con el Verano de Dragon Ball, un repasado de los juegos más importantes basado en el manga de Akira Toriyama, que realizaremos del 1 de julio al 31 de agosto.

Hoy os hablamos de un nuevo juego, y estos son los títulos de los que os hemos hablado hasta el momento:

Dragon Ball Z: Super Butōden 2 (1993)

Probablemente muchos estabais esperando a que llegara el día en el que nos tocase hablar de Dragon Ball Z: Super Butoden 2, uno de los títulos más queridos de la serie y de los mejor valorados en lo que a lucha 2D se refiere. Pues bien, por fin ha llegado el momento de recordar los motivos por los que consiguió conquistarnos cuando llegó a España en 1994 (con una traducción únicamente en francés que solo podemos calificar como lamentable) para deleite de todos los que tuvimos una Super Nintendo en aquel entonces.
Si el primer Butoden ya logró impresionar por la forma tan original y efectiva que tenía de plantear el género de la lucha 2D, con detalles tan únicos como la posibilidad de volar o la pantalla partida para permitir movernos con libertad por toda la extensión de los escenarios, esta secuela recogió el testigo y mejoró lo anteriormente visto a todos los niveles imaginables. Lo primero que saltaba a la vista era la evidente mejora gráfica que recibió, poniendo en pantalla unos personajes bastante grandes, detalladísimos y recreados con mucho mimo que captaban fielmente la esencia de sus homónimos en el manga y en el anime. Todo esto era algo que también se aplicaba a los escenarios, los efectos de las técnicas especiales y las animaciones, mucho más fluidas que antes. De hecho, este Super Butoden 2 trajo consigo un aumento considerable en la velocidad de las batallas, por lo que el ritmo de las mismas era más frenético, ágil y dinámico, asemejándose algo más a lo visto en la serie.
Verano de Dragon Ball: Dragon Ball Z: Super Butōden 2 Imagen 2
Jugablemente, tal y como decimos, mantuvo las bases de su predecesor, de modo que los escenarios volvían a ser enormes, la pantalla partida regresaba para que pudiésemos alejarnos de nuestro rival todo lo que quisiéramos y planteásemos batallas algo más tácticas y estratégicas, y evidentemente podíamos volar, creando dos planos de altura para los combates. Los controles también eran muy parecidos a los de la primera parte, con comandos al más puro estilo Street Fighter II para las luchas cuerpo a cuerpo y la ejecución de nuestras técnicas definitivas, aunque se aprovechó la ocasión para añadir nuevos tipos de movimientos que activaban una pequeña secuencia en la que nuestro personaje castigaba al rival con una cadena de golpes realmente espectacular para la época. El otro gran añadido jugable lo tenemos en la posibilidad de responder a las técnicas más devastadoras de nuestro contrincante con una de las nuestras, provocando un choque de poderes como los que veíamos en la serie que se acababa resolviendo a base de aporrear botones a toda velocidad.
Verano de Dragon Ball: Dragon Ball Z: Super Butōden 2 Imagen 3
La plantilla de luchadores no era especialmente extensa, ya que solo disponíamos de diez de ellos, aunque sí que fue el primer juego de Dragon Ball en atreverse a incluir a personajes de las OVAs, como Broly o Bojack, algo que le daba un atractivo muy especial y único. Lo malo es que el título se limitó únicamente a la saga de Cell (ni siquiera se tuvo en cuenta la parte de los androides), por lo que se quedaron fuera del plantel muchos guerreros que a día de hoy consideraríamos imprescindibles, como Freezer, quien ya estaba presente en su predecesor. Lo que sí que fue todo un avance para lo que estábamos acostumbrados a ver en los juegos de lucha de la época fue su Modo Historia, el cual contemplaba múltiples rutas y posibilidades según el personaje que escogiésemos, las decisiones que tomásemos y los combates que ganásemos o perdiésemos. Como podéis imaginar, esto le dio un punto rejugable que lo alejaba por completo de los clásicos Modo Arcade.
Verano de Dragon Ball: Dragon Ball Z: Super Butōden 2 Imagen 4
Por lo demás, no faltaban a la cita el imprescindible Modo Versus, tanto para batallar contra la IA como contra un amigo (o ver como dos luchadores controlados por la CPU combatían entre ellos), y el siempre adictivo Modo Torneo, el gran protagonista cuando quedábamos con varios amigos para jugar. Super Butoden 2 es uno de esos juegos que se entienden por lo que supusieron en su momento y el impacto que tuvieron. Puede que el paso del tiempo le haya pasado factura, más que nada por lo mucho que ha evolucionado el género a lo largo de los años, pero todo lo que nos aportó tanto como fans de los videojuegos como de Dragon Ball, es algo que perdurará en nuestra memoria para siempre, al igual que su inolvidable y fantástica banda sonora.
Carlos Leiva
Redactor

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