El inicio del 2019 va a estar en la memoria de todos los aficionados a las competiciones de DOTA 2 al producirse un momento histórico que, en esta ocasión, se va a convertir en un punto negro en la trayectoria de un club de esports y de sus jugadores.
El pasado fin de semana se celebró el Bucharest Minor, un torneo clasificatorio para el Chongqing Major 2019 en el que hemos podido ver el mayor fail de la historia de DOTA 2 y, probablemente, también de los deportes electrónicos.
El equipo indonesio BOOM ID se estaba enfrentando a los norteamericanos TEAM TEAM en una partida larga que estaba a punto de alcanzar los 50 minutos de duración.
BOOM ID había logrado derribar las torres de la calle superior mientras el conjunto americano lograba llegar a la base del equipo indonesio, asesinando a tres de sus jugadores y pudiendo atacar directamente a su Nexo, momento en el cual los jugadores de BOOM ID decidieron cantar el "gg" (bien jugado), rindiéndose para dar la partida a sus rivales.
Sin embargo, por una extraña circunstancia, ninguno de los jugadores de BOOM ID se habían percatado que mientras estaban luchando en su base, sus creeps (súbditos o minios), habían logrado acceder a la base de TEAM TEAM por la parte superior y estaban dañando el Ancient del equipo norteamericano que, de no encontrarse con la fortuna de la rendición de BOOM ID, habría perdido la partida, ya que los creeps se encontraban a un sólo golpe de derribar el Nexo cuando los indonesios decidieron rendirse tirando por la borda una partida que tenían ganada.
