Después de lo bien que le ha funcionado el modelo basado en franquicias a la LCS NA, ahora Riot quiere adoptarlo en Europa y, según ESPN, la LCS EU pasará a convertirse en una competición basada en franquicias el próximo 2019.
Como era de esperar, esta competición no tendrá fase de descensos y los acuerdos con las diferentes franquicias serán de tres años pudiendo eliminarlas sólo si tienen un rendimiento pobre constantemente o por motivos disciplinarios.
Riot comenzará a recibir las solicitudes para las franquicias de la LCS EU este mismo miércoles, costando cada plaza 8 millones de euros para los equipos que estén actualmente en la competición y 10,5 millones para nuevas franquicias que quieran sumarse a la misma.
El reparto económico, clave en la competición
La nueva competición contará con una bolsa de ganancias que se repartirá entre Riot, los equipos y los jugadores. Esta bolsa de ganancias estará compuesta del dinero obtenido por los patrocinadores de la competición, los derechos de emisión, los patrocinadores de cada equipo y los ingresos por la venta de material promocional.
Los jugadores recibirán el 35% de esta bolsa como parte de sus salarios. Por su parte, Riot reservará el 32,5% de la bolsa para destinarlo en tareas de producción, eventos en vivo y otros gastos de la liga.
El 32,5% restante se repartirá entre los equipos basándose en su rendimiento en la competición y en su impacto mediático con criterios que por el momento no han salido a la luz. Por último, si hubiera un exceso no previsto de recaudación o Riot no gastase toda su parte en financiar la competición, este sobrante iría a parar directamente a manos de los jugadores.
Además, los jugadores también verán como aumenta su salario mínimo y Riot les proporcionará herramientas para guiarles a nivel económico para que no desperdicien su dinero.