Es complicado probar un juego de mundo abierto, porque si sigues una misión específica te da la sensación de que sólo has echado una ojeada de cinco segundos por el ojo de una cerradura y te piden que describas toda una casa, pero si te dejan algo de libertad corres el riesgo de perderte en todas las posibilidades que hay, con el deseo de ver el máximo posible, y no te puedas formas una imagen profunda de ningún aspecto.
Hace un par de meses pudimos probar una misión del juego y nos centramos en el combate, probablemente uno de los mejores aspectos de Sleeping Dogs, que hereda algunas características de Batman, y ahora hemos podido comprobar que el juego ofrecerá una gran variedad de misiones y que hay numerosos elementos que le dan un aire diferente del de otros juegos de mundo abierto.
Siguiendo la norma que estableció GTA hace ya tiempo, consigues un vehículo simplemente arrojando a un lado a su conductor legal: motos, coches, furgonetas… hasta 65 vehículos diferentes habrá, y no todos irán sobre ruedas.
Son inevitables también las misiones de persecución, en las que tienes que esquivar los tiros que te dan desde otros coches, y aquellas en las que tienes que eliminar a tus oponentes. Durante un rato hasta encadenamos tres de estas misiones casi seguidas.
El estudio cuenta con experimentados desarrolladores de juegos de conducción
Se supone que la conducción es otro de los fuertes del juego, ya que parte de la plantilla del desarrollador, United Front Games, trabajó en el pasado en algunos juegos de la serie Need for Speed. De hecho, el único juego que el estudio ha publicado hasta ahora es ModNation Racers, aunque con ese referente están trabajando actualmente a la vez tanto en los últimos toques de Sleeping Dogs como en otro ambicioso título de conducción, LittleBigPlanet Karting.
Pero al probarlo en Sleeping Dogs no da la sensación de ir suave, sino demasiado rígida. El vehículo responde milimétricamente a tus indicaciones y no derrapa ni en el caso de las motos. Claro que también transmite el concepto de que es uno de los aspectos en los que se sigue trabajando intensamente.
Frente al encorsetamiento que sientes al conducir, el combate es totalmente flexible y enlaza los distintos ataques con fluidez. Una de las misiones te llevaba a entregar en la Escuela de Artes Marciales una estatua de jade de las que hay repartidas por toda la ciudad. Por cada docena de estatuas el maestro te enseña un nuevo combo. Nada mejor que participar en el club de lucha para probarlo y ver si logras vencer seis combates, cada vez con más adversarios. Sí, de todas formas, decides irte en mitad de la lucha, simplemente saltas sobre la barandilla para salir de la zona y, sin penalización alguna, te perderás bajo la lluvia que a veces cae sobre la ciudad.
Los enemigos se iluminan con un halo rojo cuando van a atacar, lo que te da tiempo a prepararte. Puedes golpearlos de formas muy variadas y casi todas espectaculares y, una vez que está debilitado, utilizar algún elemento del escenario para acabar del todo con un enemigo de forma normalmente sangrienta.
A la hora de elegir misión debes tener en cuenta si te interesa estar a bien con la tríada o conseguir algunos puntos de experiencia como policía para no olvidar que el protagonista en el fondo es de los chicos buenos, aunque deba hacer cosas malas para engañar a los mafiosos entre los que se ha infiltrado. Para motivarte en el transcurso de las misiones puedes recurrir a varios buffs, como tomarte un té o elegir ropa que combine o, ¿por qué no? recurrir a un masaje especial. Si te equivocas y en lugar de hablar con la moza callejera en cuestión le arreas un bofetón no tardará en acudir la policía a detenerte. Puedes escapar sin complicaciones si sales del círculo rojo en el que te buscan o enfrentarte a la policía.
Relax, misiones complicadas, desagradables… todo tiene cabida en este Hong Kong
Al poco de empezar a probar el juego cada periodista está siguiendo una misión diferente: uno intenta acabar con tres coches desde el que disparan a la furgoneta que lleva, otro se distrae interviniendo en las peleas de gallos (en las que no controlas al animal), un tercero intenta sacar buenas fotos del atardecer en un bulevar del puerto y siempre se las estropea un borracho que acaba mal para que tú consigas una buena imagen.
Todos los componentes de Sleeping Dogs tienen su parte buena y su parte menos buena, y, aunque el interés del estudio desde el principio es conseguir que la transición de una actividad a otra sea totalmente fluida la sensación que transmite es que todavía les queda trabajo por delante para lograr que no haya fisuras.
Desde el principio este juego parece regido por el sino de una vida azarosa. Tras dos años de trabajo como capítulo de la saga True Crime, Activision decidió cancelarlo. El estudio se defendió afirmando que el juego estaba prácticamente terminado. Meses después resurgió gracias a Square Enix ya bajo el nombre Sleeping Dogs y con unos cambios considerables respecto a la propuesta inicial. Era menos ambicioso y más realista, pero mantenía la personalidad.
De marzo a ahora ha cambiado de distribuidor en España. Dentro de unos meses, a finales de verano, el juego debe demostrar si ha encontrado el pegamento que una con consistencia todos sus distintos elementos o si todos estos problemas se han cobrado un precio alto.