El género de la supervivencia nos ha dado grandes juegos y éxitos en la última década, y no es de extrañar que casi cada mes se anuncie un nuevo título. Aloft de Astrolabe, publicado por Funcom, acaba de entrar en acceso anticipado y aunque en lo esencial no pretende romper ningún molde, su temática de islas flotantes le da un toque original y fantástico que seguro que engancha a más de uno
La comunidad ha podido probar Aloft desde hace tiempo gracias a su demo, pero ahora llega el momento de la verdad.
El acceso anticipado, que tendrá una duración de al menos un año, debe servir para escuchar los comentarios de los jugadores y dar forma a la versión final. En Vandal hemos podido jugar a esta prueba que promete una aventura de altos vuelos.
Conquista una isla y transfórmala en una nave voladora
Si has jugado a un título de características similares, o con mecánicas de supervivencia, seguramente no te contaremos casi nada nuevo que no puedas imaginar. Nuestros primeros pasos por el breve tutorial nos explica cómo extraer recursos básicos del entorno -piedras, madera...- para fabricar los utensilios que nos acompañarán constantemente, sea un martillo, el hacha o el pico. De ahí la mesa de trabajo, el aprendizaje de nuevas combinaciones y en definitiva, el bucle jugable que consiste en obtener materiales, construir y explorar nuevas localizaciones.

A diferencia de los juegos que nos plantan en un enorme mapa conectado y terrestre, en Aloft hablamos de pequeñas islas flotantes aisladas. Uno de los primeros objetivos consiste, claro, en fabricar el equipamiento de unas alas desplegables que nos convierten en un hombre o mujer pájaro, lo que permite que puedas cruzar enormes distancias entre las rocas que sobrevuelan las nubes. Es una sensación agradable porque no hay limitaciones al vuelo: olvida barras de resistencia o tiempos límites, aquí podrás desplazarte con libertad.
Fuera de la isla inicial comprobamos que no todo será cosechar plantas y minerales: de vez en cuando, entre sus más de 500 islas diseñadas a mano, nos toparemos con algún tipo de enemigo, o islas corruptas que necesitan ser limpiadas antes de aprovechar sus tesoros o piedras de conocimiento. Por ahora la variedad de monstruos es algo reducida -hay tres tipos- y siete armas diferentes, aunque cualquiera de tus herramientas de trabajo te puede sacar de un aprieto. Es un combate bastante sencillo y se puede intuir que recibirá algunas críticas, pero no el foco principal de la jugabilidad y hace que Aloft se pueda considerar un juego principalmente calmado o acogedor; eso se complementa bastante bien con la ambientación elegida.

En este momento del acceso anticipado hay tres biomas y estiman entre 25 y 30 horas de juego para completar la misión principal -alcanzar a Leviathan, una criatura cubierta de corrupción, encontrar un antídoto y curar a la bestia- pero podrás pasar tanto tiempo como desees con la construcción y las aventuras en compañía de otros jugadores -hasta 8 en cooperativo-. Encontraremos un buen número de recursos -más de 80-, ganadería, agricultura -más de 12 cultivos-, cocina -más de 35 recetas- y construcciones -más de 600 en cinco tipos de edificación-. El ciclo horario afecta a los recursos y el clima.
Aloft también promete varias características que lo diferenciarán de otros juegos de supervivencia, y es que el vuelo entre islas sube de nivel con la opción de convertir cualquier isla en nuestro propio vehículo de navegación. Sí, has leído bien, en lugar de construir un buque flotante, podrás convertir estas rocas en una especie de vehículo. También existe la opción de construir molinos que den energía a las máquinas y automaticen líneas de producción, o de construir nuestras propias islas con el editor que luego podrás compartir en Steam Workshop. En la versión completa se multiplicará el contenido de construcciones, biomas, fenómenos meteorológicos y veremos nuevas mecánicas.

En este caso, Aloft se inclina por una estética estilizada -casi cartoon- que encaja bien con las limitaciones de un proyecto que no es una superproducción. No va a sorprender precisamente por su apartado técnico, pero aquí la clave es que cada isla sea única y muestre suficiente personalidad; nosotros por ejemplo ya hemos visto que hay localizaciones un poco salvajes mientras que en otros casos hay pequeñas ruinas o construcciones que indican que otros aventureros pasaron por la zona; en lugar de utilizar secuencias o documentos de texto, el trasfondo se cuenta con ruinas y vestigios de la civilización.
Todo dependerá de su evolución en los próximos meses o años
El juego de Astrolabe toca casi todos los puntos de un juego de éxito: exploración en solitario o compañía, construcción, cultivos y supervivencia. Sobre el papel este podría ser el próximo gran éxito indie, pero a la vez, va a competir contra juegos repletos de contenido y comunidades muy asentadas.
¿Es el mundo flotante un punto realmente diferenciador? En su acceso anticipado deja ver un par de buenas ideas pero pueden perder el factor sorpresa rápidamente. A fin de cuentas propone una supervivencia con la que ya estamos muy familiarizados, y sustituir el tipo de transporte no cambia el núcleo jugable. Lo importante, como suele suceder en estos casos, es que la desarrolladora escuche a sus jugadores, mejore la calidad en todos los aspectos y sepa llevar el juego a buen puerto.
Hemos escrito estas impresiones con un código de descarga del acceso anticipado proporcionado por Best Vision PR.