Análisis de Xenoblade Chronicles (Wii)

Así, si una criatura agresiva nos ve, seguramente nos atacará, con una excepción: si tenemos mucho más nivel que ella. Del mismo modo, hay que tener en cuenta que no se ha tenido en cuenta la progresión del juego y del jugador para nivelar a los enemigos: es muy fácil encontrar monstruos muy poderosos en los entornos de Colony 9 que puedan matarnos en uno o dos golpes. La premisa es sencilla: observa al enemigo, evalúa si puedes hacerle frente o si debes escapar. Es un toque de verosimilitud que, en nuestra opinión, resulta más interesante que la nivelación predefinida de los enemigos por las zonas (lo más clásico) o que los enemigos siempre estén a nuestro nivel.
Las luchas son en tiempo real y nosotros controlamos el movimiento del personaje (podemos cambiar al que controlamos si así lo deseamos) y le asignamos artes (ataques especiales) o ataques normales. Cuando esté en el rango, los ataques normales son automáticos y ahí es donde vemos que hay mucho rol; sí, nos movemos, pero la velocidad y fuerza de los ataques varía en función de nuestras estadísticas en relación a la del enemigo. Si él tiene más velocidad, atacará más; si nosotros le llevamos ventaja atacaremos más rápido. Además, tenemos esas artes especiales que van incrementándose según avanzamos en el juego (y que habrá que personalizar con cuidado) que activamos escogiéndolas en el menú de combate y pulsando el botón "a" del mando clásico. Esto incluye golpes capaces de reducir la defensa, por ejemplo, pero solo si atacamos desde un lado concreto al enemigo, lo que muestra que el dinamismo de la lucha no es baladí. También hay opción de recuperar vida, y otras más particulares.
En la lucha entran en juego muchas variables, pues los enemigos pueden atacar solos o en grupo, y podremos huir pero en ciertas ocasiones eso no será posible, delimitándose la zona de combate. El comportamiento de los enemigos hace que incluso proyecten su rabia contra uno de los miembros del grupo, ya sea porque les ha atacado o porque se ha cruzado en su camino sin más. Ese personaje recibirá más daño y más ataques, pero podemos distraer a los rivales sanándolo o atacándoles nosotros, para que acaben proyectando su rabia hacia nosotros. Es importante tener esto en cuenta, porque puede ser un aspecto que desequilibre sensiblemente el combate. Todo el sistema quizás nos recuerde un tanto al que se usó en Final Fantasy XII.

Los equipos de lucha son de tres personajes, quizás un poco reducido si tenemos en cuenta los combates en juegos de rol por turnos, pero es un buen número ya que en pantalla pueden juntarse seis enemigos y es difícil prestarle atención a todo lo que sucede en combate. Lo más importante es usar las Artes con destreza, pues son la auténtica salsa del juego. Debemos escogerlas en el menú de combate, como decíamos, pero no se pueden usar indiscriminadamente, pues tras ejecutarlas debemos dejar que reposen un tiempo para que recarguen.
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