Estamos en un momento en que la generación actual de consolas ha alcanzado sobradamente la madurez, época en la que la mayoría de los desarrollos de videojuegos más largos dan sus frutos. En las consolas de alta definición la facilidad de adaptar títulos desde el PC ha hecho que se recibieran grandes juegos, como Fallout 3 u Oblivion, pero eso ha beneficiado al rol occidental y no tanto al japonés, centrado en los desarrollos específicos para consola.
Nos llegó ya el esperadísimo Final Fantasy XIII, con un resultado que no convenció a todo el mundo, mientras esperamos que otras importantes sagas sumen más entregas, como los Tales Of, o la veteranísima Dragon Quest.
Sería un error, sin embargo, no tener en cuenta al estudio responsable de Xenogears primero y los Xenosaga después, que desde hace unos años es propiedad de Nintendo.
El equipo que firmó el singular y magnífico Baten Kaitos se prepara para darnos en agosto Xenoblade Chronicles, el nuevo juego dirigido por Tetsuya Takahashi, padre de Xenogears, un juego que apostará por combinar aspectos de rol japonés tradicional, rasgos de los juegos más modernos del género, e incluso se percibirá cierta influencia de los juegos masivos, aunque no es, en ningún caso, un título de ese género.
Todo eso se notará sobre todo en los combates, donde el trabajo en equipo gracias a los compañeros controlados por la inteligencia artificial de la máquina, y el manejar con destreza el equipamiento y las habilidades para conseguir un buen conjunto de personajes será muy importante. De hecho, esta gestión parece tan importante en su desarrollo que puede resultar un título atractivo tanto para quienes busquen un estilo occidentalista en el rol, sin que en ningún momento traicione los cánones del asiático.
Un elemento interesante es que la historia parece apostar por una narración bien planteada que, por ejemplo, empieza en una suerte de in media res para ir progresando hacia un mundo complejo en el que, sin embargo, muchos aspectos responden también a lo más previsible en el rol japonés. Al fin y al cabo, todo género tiene sus convenciones, y el rol nipón parece muy atado a ciertos aspectos de guión y tipología de personajes muy aferrados que no son completamente abandonados en este juego. Eso sí, Xenoblade Chronicles promete mucho más que cumplir con el guión establecido y previsible.
El universo de este juego nos cuenta cómo dos entes divinos luchan, aniquilándose mutuamente, en lo que parece ser un elemento cíclico: miles de años más tarde la guerra vuelve al mundo, y los Mekanis son una fuerza casi imbatible que llevan las de ganar en este duro conflicto. Solo una mitológica espada, Monado, puede tener la clave de la victoria humana, y resulta que esta arma está en manos de Dunban, personaje que controlaremos.
Los jugadores descubrirán que estos primeros pasos sirven para ponerle en situación y también para presentarle el tutorial que le introducirá en las claves jugables de Xenoblade: Chronicles, pero que tampoco será el momento en el que llegamos a conocer a nuestros protagonistas. Porque tras presentar el sistema de lucha, todavía daremos un salto más, a un año más tarde, momento en el que Shulk, un joven, descubre su hogar arrasado, una vez más por estas siniestras criaturas. Comenzará así, finalmente, su aventura, que será también la que decidirá el destino de este mundo, y que promete mantenerse fiel a la línea de historias complejas de las que hace gala habitualmente el estudio.
Aunque las claves del inicio de la trama son arquetípicas, la estructura del juego se centrará en ofrecer retos continuamente al jugador en forma de misiones que se generan para dar al usuario un suministro continuado de misiones adicionales que podrá afrontar mientras quiera, y en la cantidad que quiera, hasta que decidas seguir progresando en la historia del juego, por lo que es en este aspecto donde más se percibe la influencia de los juegos masivos, pues son objetivos sustentados principalmente en eliminar cierta cantidad de enemigos en localizaciones determinadas, o bien derrotar a un enemigo para conseguir un objeto, etc. Pero no solo eso: estará lleno de actividades y elementos opcionales que motivan al jugador para luchar y luchar, o bien para llevar a cabo otras tareas, como explorar el mundo.
Esperamos que ese elemento sea muy influyente a la hora de potenciar la rejugabilidad sin tener que pasar por reiniciar necesariamente la historia, de manera que el propio incentivo de seguir ganando experiencia sea lo suficientemente atractivo para los jugadores, aunque es algo que solo podremos decir a ciencia cierta cuando hayamos pasado una buena cantidad de horas con el título.
Las luchas, como decíamos, nos permiten controlar a nuestro personaje mientras los aliados llevan a cabo los movimientos y estrategias que consideran más adecuadas, aunque también podemos darles algunas instrucciones en plena batalla para que ataquen al objetivo determinado, para que se reagrupen en caso de que estén en peligro, o bien que tengan libertad absoluta. Además, en función de los ataques y estrategias que pongamos en práctica en batalla iremos mejorando la efectividad del equipo, lo que nos abre las puertas a un gran ataque. Si le sumamos que podemos realizar también ataques especiales, llamados Arts. Esos ataques tardan en recargarse, por lo que su uso debe realizarse en los momentos adecuados, pero si conseguimos ejecutarlos con éxito, realizar ataques en cadena, etc., podremos superar finalmente los enemigos más poderosos del juego.
Visualmente, el juego destacará por sus grandes entornos y su elaborado trabajo artístico, que es, de hecho, uno de los aspectos distintivos del estudio. Sus entornos son preciosistas y consigue que todo luzca bien en pantalla, aunque tendremos que jugarlo a fondo para ver si aporta suficiente variación, tanto en escenarios como en enemigos, para mantener el atractivo entre los jugadores. En cuanto a la localización, el juego contará con voces en inglés y textos traducidos al castellano, aunque creemos que algunos puristas disfrutarían con la opción de ponerlas en japonés, opción que todavía no sabemos si estará disponible en la versión final.
Xenoblade Chronibles se lanzará en Europa el próximo 18 de agosto con textos en español y editado por la propia Nintendo. Los usuarios podrán encontrar también en las tiendas una edición especial del juego con un mando clásico pro de color rojo.