Análisis de World of Warcraft: Mists of Pandaria (PC)

Con el fin de intentar paliar esto, cada 15 niveles podremos desbloquear una habilidad entre tres para elegir (ya sea pasiva o activa). El problema es que estas no son para nada determinantes, por lo que podemos tener un personaje perfectamente viable escogiéndolas al azar (aunque hay alguna que otra que sí que está más orientada para un tipo de rol u otro). La idea de darnos un sistema que nos permita experimentar con varias habilidades extras no es mala, pero ha sido a costa de una simplificación excesiva. Los cambios introducidos en los talentos en Cataclysm no fueron muy bien recibidos debido a la simplificación que se realizó, aunque este nuevo giro de tuerca no nos ha parecido una alternativa mucho más acertada. Al menos, gracias a esto Blizzard se ahorrará dolores de cabeza al evitar que los jugadores puedan encontrar builds de talentos invencibles y descompensadas. Tal y como era de esperar, este rediseño también ha influido en las diversas clases, ya que todas han sido muy retocadas, unas más que otras. Por ejemplo un Caballero de la Muerte mantendrá su estilo de juego más o menos parecido, pero un Brujo ahora tiene más posibilidades gracias a los nuevos demonios que puede invocar.

Continuando con las clases, una de las novedades más importantes de esta expansión la encontramos en la llegada de los Monjes. Se trata de una clase muy versátil que puede cumplir los tres roles principales (Tanque, DPS y Sanador) y que resulta muy divertida de jugar, gracias sus movimientos de artes marciales, los cuales muchos de ellos están sacados de varios juegos de lucha. Todavía es pronto para asegurar nada, pero de momento parece que no están demasiado descompensados respecto al resto de clases. Eso sí, destacar especialmente su rama de Sanador, ya que presenta un estilo de juego divertidísimo, muy dinámico y único, dándonos incluso la posibilidad de pegar mientras mantenemos con vida a nuestros aliados.
La otra gran novedad la encontramos en la inclusión de los Pandaren como raza jugable. A diferencia de las ya existentes, podrán pertenecer tanto a la Horda como a la Alianza. Esta decisión la tomaremos tras haber superado su zona inicial, momento en el que seremos entre nivel 10 y 12 aproximadamente. A nivel argumental los motivos que se nos dan para escoger bando nos parecen algo forzados, aunque es innegable el encanto que esconde esta raza y la personalidad que desprende. Quizás el editor para estos personajes podría haber sido algo más completo, pero considerando que el resto de razas tampoco cuentan con un abanico de opciones especialmente grande, no resulta algo demasiado sangrante.
No podemos olvidarnos tampoco del nuevo sistema de batalla de mascotas. Se trata de un nuevo minijuego que nos permitirá darle por fin un uso a nuestras mascotas de compañía. Como si de un juego de Pokémon se tratara, nos enfrentaremos a otras criaturas en batallas que se desarrollan por turnos. Además, podremos capturar nuevos seres para añadirlos a nuestra colección con el clásico sistema de bajarles la vida primero y lanzarle una trampa.

Cada mascota tendrá sus propias estadísticas y tipos, por lo que nos encontraremos con que también tendremos que estar pendientes de los tipos a los que somos resistentes y contra los que somos efectivos. Por si fuera poco, cada una tendrá su propio nivel individual, por lo que también nos tocará entrenarlas y subirlas de nivel. Eso sí, se trata de un minijuego totalmente casual, por lo que no obtendremos recompensas de ningún tipo para mejorar a nuestro personaje, aunque esconde cierta profundidad y es realmente divertido.

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