Análisis Blade: The Edge of Darkness, el regreso de la superproducción española (PC)
Hay varios momentos en que la industria del videojuego ha puesto a España en el mapa, y no nos referimos necesariamente a le época dorada del software en los años 80. Juegos como Commandos, Rime, Invizimals o Castlevania Lords of Shadow han hecho mucho ruido fuera de nuestras fronteras, y solo hay que ver el caso más reciente de MercurySteam con Metroid Dread, probablemente el juego más esperado de Nintendo Switch en 2021. Y si hablamos del estudio madrileño podemos recordar que fue fundado por antiguos miembros de Rebel Act Studios, el equipo que causó una gran expectativa desde finales de los 90 hasta su debut en 2001 con Blade: The Edge of Darkness o Severance: Blade of Darkness, también conocido como Blade a secas.
20 años después, en pleno furor por los relanzamientos, remasters y remakes, Blade of Darkness regresa con un relanzamiento en Steam y GOG. Una oportunidad para revivir el título en equipos modernos, o descubrir el mito de esta fantasía oscura que se promociona como uno de los pioneros de los "soulsborne", ese subgénero de ARPG que asentó FromSoftware tiempo después con Demon’s Souls, Dark Souls o Bloodborne.
Una superproducción "made in Spain"
Blade: The Edge of Darkness partió de algunos conceptos de la fantasía épica y los desarrolladores citan a Conan o El Señor de los Anillos como influencias más evidentes. Su historia ya da pistas de esta ambientación oscura: "El Príncipe de las Tinieblas, Angra Manyu, quiso derrocar al creador. Los dioses le derrotaron pero, para vengarse, este decidió poblar la Tierra de demonios y otras bestias entre las que se encontraba el Príncipe de las Tinieblas, Dal Gurak. Fueron los humanos los que tuvieron que batirse en inacabables guerras contra las hordas de Angra Manyu, lideradas por Dal Gurak". Esta historia también nos habla de un guerrero y la espada sagrada que le convirtieron en Blade, el caballero de la luz. Tras su muerte la espada se enterró y las gemas se perdieron por el mundo. Pero Dal Gurak ha regresado y es el momento de recuperar las piedras preciosas, conseguir la espada y acabar con el mal que amenaza a la Tierra.
No vamos a profundizar mucho en Blade: The Edge of Darkness como juego, del que os hablamos en su momento, pero sí que nos ofrece cuatro personajes diferentes con los que empezar la aventura, cada uno de ellos con puntos fuertes y débiles en vitalidad, agilidad, fuerza o defensa, y se especializan en el manejo de distintas armas: el caballero con espada y escudo, el bárbaro con la espada a dos manos, la amazona con la lanza y el enano el hacha o el martillo. Elegir uno u otro afecta a la ruta inicial y también al tipo de armas que van a utilizar –las hay con venenos y magias-, así que el auténtico fan de Blade podía repetir la aventura con una experiencia ligeramente distinta. Os recordamos que el bárbaro y el caballero disponían de muchas más habilidades y combos, estaban "más trabajados" y por tanto se hacían más divertidos que los otros dos personajes.
Independientemente del personaje las bases del combate y exploración son las mismas, y aquí es cuando comprobamos ese esbozo de lo que llegaría más adelante con los Souls de FromSoftware –aunque la obra de Miyazaki realmente se inspira en otra saga, King's Field-. El combate es brutal y tira a realista, lo que significa que necesitamos esquivar golpes, entrar en el "baile" de la batalla y priorizar a nuestros enemigos cuando nos asaltan varios; no es un hack'n slash arcade, para que nos entendamos. Aquí depende de si utilizamos escudos o preferimos un paso lateral que evite los impactos, sacamos el arco para dar caza a distancia o nos lanzamos con la contundencia de un arma poderosa. En cierta manera el juego era muy ambicioso –demasiado quizás- y el combate tan elaborado una vez se disfruta de los combos lo convierte en un arma de doble filo que hizo al juego tan amado como odiado.
La dificultad está por encima de la media, es algo que ya se criticó en su momento, pero hay que admitir que en parte es por su engorrosa configuración de teclas –y hablamos de teclado y ratón porque oficialmente no es compatible con pad-. No es sólo que cueste acostumbrarse al manejo de las armas y gestión de inventario, sino que el diseño no es cómodo para tareas que deberían ser mucho más sencillas. Por supuesto con el tiempo y el entrenamiento llegaremos a memorizar todas las funciones y técnicas para cada movimiento, pero es una curva de aprendizaje muy forzada por lo poco intuitiva para acciones como correr, apuntar a un enemigo o recoger un objeto para utilizarlo en otro. Es una lástima que la revisión no haya aprovechado para mejorar el control que se hará muy cuesta arriba para jugadores jóvenes o aquellos acostumbrados a un pad.
Más que una remasterización, un relanzamiento
Blade: The Edge of Darkness fue un juego largamente esperado por la comunidad de PC por la ambición de su combate y el apartado técnico, aunque también es cierto que el desarrollo se eternizó y no estuvo exento de problemas con editoras e inexperiencia del equipo provocó que la prometida revolución gráfica no fuese tan impactante como se anticipaba –los años pasaban y aparecían nuevas tecnologías, una historia que nos suena de promesas como Messiah o Daikatana, aunque en este caso el resultado fue mejor-. Pese a todo es un juego adelantado en aspectos de iluminación, reflejos del agua, captura de movimientos, todo acompañado de mutilaciones, una estupenda banda sonora más las voces en varios idiomas, entre ellos naturalmente el español.Con el relanzamiento podemos ver destellos de esas aspiraciones a sentar un nuevo listón y con un poco más de pulido habría sido uno de los juegos más importantes de principios de los 2000, pero claro, esta versión no toca más que lo mínimo y lo que antes era un mundo asombroso ahora dejará un tanto fríos a las nuevas generaciones. Las limitaciones gráficas también afectan negativamente al diseño de escenarios, que pecan de monótonos y en muchas ocasiones contribuirán a desorientarnos entre zonas similares.
Se ha mejorado la resolución, el juego va fluido, hay compatibilidad con pantallas panorámicas, interfaz reescalada y pequeñas mejoras aquí y allá, pero nada drástico. La reedición se enorgullece de mantenerse fiel al original en gameplay y contenido, así que olvidamos cualquier otro cambio técnico o de jugabilidad –por ejemplo, no se añaden opciones de dificultad ni otras características-.
Hemos experimentado algunos bugs, aunque esto es algo que se puede solucionar en los próximos días y semanas con actualizaciones.
Conclusiones
Con el tiempo Blade: The Edge of Darkness se ha ganado el estatus de juego de culto, pero era un juego durillo de jugar al que el paso del tiempo no ha sentado demasiado bien, sobre todo ahora que el género del rol de acción nos ofrece tantas joyas de altísima calidad. La reedición es eso, un relanzamiento que añade compatibilidad con equipos y pantallas modernas, sin pretender tocar un clásico muy querido entre sus fans, pionero de las mecánicas de los Souls para unos y demasiado arcaico en lo jugable para otros. Tanto si tienes buenos recuerdos del título o del rol pecero de la época, como si deseas descubrir esta leyenda que forma parte de la industria española, esta es la mejor versión disponible, aunque no difiera mucho de la original.
Hemos realizado este análisis con un código que nos ha proporcionado Jaleo PR.