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La extinción de los dinosaurios no fue causada por un meteorito, sino por un cometa

Un nuevo estudio desvela que el objeto que impactó contra la Tierra hace 66 millones de años no era un meteorito debido a las altas concentraciones de rocas condritas. ¿Qué mató a los dinosaurios?
La extinción de los dinosaurios no fue causada por un meteorito, sino por un cometa

Desde hace décadas, la teoría más extendida, asentada y plausible en relación a la extinción de los dinosaurios es aquella que expone que hace unos 66 millones de años, un objeto enorme impactó contra la Tierra. Su destrucción fue tan devastadora, que llegó a aniquilar tres cuarta partes de la vida existente en el planeta en aquella época, causando la desaparición de estos seres prehistóricos y modificando las condiciones climáticas durante muchísimo tiempo. Hasta la fecha, se ha defendido que fue un meteorito lo que impactó con la superficie de la Tierra, pero un nuevo estudio de la Universidad de Harvard puntualiza que no fue un simple asteroide: el impacto fue tan masivo que únicamente un cometa pudo causarlo.

La desaparición de los dinosaurios vuelve a ser objeto de polémica

No, no hablamos de dinosaurios vivos en alguna región recóndita. Hablamos, nos informan en Gizmodo, de una nueva hipótesis que promete poner patas arriba la concepción clásica que hemos tenido hasta la fecha de la extinción de los dinosaurios. Hasta la fecha, siempre se ha considerado que el llamado meteorito de Chicxulub, un asteroide proveniente del cinturón que rodea el Sol entre las órbitas de Marte y Júpiter, fue el causante de la desaparición de estos seres prehistóricos hace más de 66 millones de años. Es algo que está relativamente bien fundado, pues a través de diversas investigaciones relacionadas con el sustrato geológico de la época en la que tuvo lugar el impacto, se ha comprobado que existen grandes concentraciones de iridio, un elemento que está asociado con los meteoritos.

Los impactos de cometas son más frecuentes de lo que creemos

La llamada hipótesis Álvarez, fue el trabajo del físico Luis Álvarez y su hijo geólogo en 1980, y se ha considerado como factible, ya que desde hace años, numerosos estudios independientes han ido confirmándola o reformulándola al comprobar que existen altas concentraciones del citado iridio en el sustrato geológico del cretácico-paleogeno. Pero ahora dos investigadores de la Universidad de Harvard, Avi Loeb y Amir Sira, quieren matizar esta teoría. Ninguno de los dos niegan el impacto brutal de un cuerpo celeste en Chicxulub, pero creen que se está siendo poco exacto con el origen del objeto. Para ellos, y según sus investigaciones, lo que chocó contra la Tierra fue un enorme fragmento de un cometa de período largo proveniente de la nube de Oort, situada en los los confines del Sistema Solar.

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Estadística, probabilidades y restos geológicos

Tanto Loeb como Sira se apoyan en la estadística, pues ambos astrofísicos arrancaron su investigación estudiando la frecuencia con la que los asteroides impactan en planetas del sistema Solar. Cuando recabaron los suficientes datos, se dieron cuenta de que la hipótesis Álvarez podría descartarse como respuesta a un evento de extinción masiva. Los impactos de meteoritos son algo muy, muy raro, y se producen con muy poca frecuencia en nuestro sistema. Por lo tanto, y siempre guiados a la hora de encontrar una solución al enigma de la desaparición de los dinosaurios, los científicos se pusieron a estudiar de cerca los impactos de cometas. Y encontraron algo muy curioso, tanto, que la propia revista Nature ha publicado su trabajo íntegro en su último número: los dinosaurios desaparecieron por el impacto de un cometa.

Crater

De hecho, los impactos de cometa son relativamente habituales, sobre todo aquellos comprendidos entre 10 y 60 kilómetros de ancho. La explicación está en su trayectoria y su órbita. Todo comienza cuando los cometas de periodo largo, aquellos que tienen una órbita muy elíptica y larga, tanto que tardan muchísimo en aproximarse al Sistema Solar, se acercan mucho a Júpiter. Tanto, que este gigante gaseoso es capaz de desviar su trayectoria, lanzándolo al Sol. Una vez en las inmediaciones de la estrella, la gravedad del astro acaba por romperlo en miles de fragmentos, causando una serie de efectos colaterales muy destructivos, y conformándose una especie de metralla cósmica que se expande por los planetas de nuestro Sistema Solar. Ambos astrofísicos creen, según sus datos, que al menos un 20% de estos cometas termina así, y que uno de esos grandes trozos, fue lo que impactó en Chicxulub.

Picos de pato huyendo

A esta premisa hay que sumarle la aparición de rocas condritas carbónicas en el sustrato de la época, algo que no abunda en la composición de los meteoritos del cinturón de asteroides, y que podría encajar con los objetos y cuerpos celestes existentes en la nube de Oort. Estas rocas están muy presentes en los cráteres de Vredefort, en Sudáfrica, o el cráter Zhamanshin, en Kazajistán, y se atreven a dar un dato: estos impactos se producen con relativa frecuencia en la Tierra, con franjas que van entre los 250.000 y 730.000 años. En otras palabras: un nuevo impacto de uno de estos cometas es cuestión de tiempo.

La extinción de los dinosaurios: un evento más complejo de lo que se cree

La conocida como extinción masiva del límite K/T (del alemán Kreide/Tertiär Grenze) o K/Pg, tiene más miga de lo que creemos. Hace unos 66 millones de años, se desencadenó una de las extinciones más importantes de la vida en la Tierra jamás registradas, con cientos de miles de especies desapareciendo en un corto lapso de tiempo. Los mosasaurios y plesiosaurios dejaron de surcar los mares y los pterosaurios en los cielos, y los grandes saurios terrestres se vieron abocados a fallecer en poco tiempo. En los citados mares, el plancton, base de la cadena alimenticia del océano, se vio muy afectado, y los niveles de acidez del océano cambiaron de forma tan brusca que las principales familias de braquiópodos y esponjas de mar desaparecieron. Los cielos se nublaron y llenaron de ceniza durante décadas, marchitándose la mayor parte de la vegetación y trastocando para siempre los equilibrios de millares de ecosistemas en todo el globo. La diversidad de especies de planeta se redujo a más de la mitad, y todavía se desconocen las causas concretas, aunque cada vez nos acercamos más a sus posibles detonantes.

Grandes saurópodos
La diversidad de especies de planeta se redujo a más de la mitad, y todavía se desconocen las causas concretas

Sabemos que los grandes saurios desaparecieron, junto a otros animales, mientras que la mayoría de los mamíferos, tortugas, cocodrilos, salamandras y ranas sobrevivieron, así como otros reptiles como las serpientes, algunas especies de bivalvos o de familias de plantas, que se tuvieron que adaptar a climas muy extremos. En estos momentos, hay dos grandes hipótesis: el impacto de un cuerpo extraterrestre, como el citado meteorito o cometa, que desencadenó un colapso en los ecosistemas de todo el planeta o una serie de cambios geológicos bruscos relacionados con erupciones volcánicas y movimientos sísmicos colosales. Ambos escenarios habrían desembocado en el mismo funesto destino para los dinosaurios y las especies de plantas y animales que convivieron con ellos: una especie de invierno nuclear que tapó la luz del Sol durante muchísimos años, privando de la energía del mismo a las plantas e impidiendo la fotosíntesis, y por lo tanto, trastocando la cadena alimenticia. A eso hay que sumarle el cambio de temperatura global, con un aumento considerable de grados, un hecho que puede alterar para siempre la vida en la Tierra.

Mamíferos sobreviviendo

Imaginad por un momento que algunas especies de dinosaurios hubieran logrado sobrevivir a ese invierno nuclear y que, en los años siguientes, el aumento de la salinidad de los mares o la llegada de un cambio brusco de temperatura echase por traste su capacidad de adaptación al medio. Otros científicos creen que fue la combinación de un buen número de factores, como el impacto de algunos fragmentos de cometas, cambios geológicos y la predominancia de nuevas especies de mamíferos, que se adaptaron mejor al clima, lo que le llevó a las innumerables especies de dinosaurios a la extinción luego de sufrir cambios climáticos severos y luchar por la pérdida del hábitat natural al que habían ido renunciando de forma paulatina. Los dinosaurios, sobre todo aquellos más grandes, fueron los primeros afectados por la falta de comida y recursos. El misterio de la extinción de los dinosaurios sigue ahí, y los paleontólogos y geólogos siguen debatiendo sobre el origen de su desaparición. Mientras hacen las preguntas correctas y reciben las respuestas necesarias, os recordamos que en Vandal Random hemos elaborado nuestra propia guía de cómo podría ser revivir un animal extinto.

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