Intel no está pasando una buena racha en lo que respecta a problemas con sus dispositivos. Tras la polémica provocada por Spectre y Meltdown, se abre ahora un nuevo frente en torno a varios discos duros creados por la conocida fabricante de hardware, el SSD 600p y el Pro 6000p.
Según se ha podido saber, la última actualización de Windows 10, la April Update, presenta ciertos problemas de arranque con estos discos duros cuando se instala. Los errores solo están presentes en algunos modos de arranque y se traducen en pantallazos azules y reinicios abruptos del sistema operativo.
Una vez que se ha conocido el problema, la recomendación es no instalar por el momento la actualización si cuentas con alguno de estos dos discos duros. En caso de haberla instalado ya, la recomendación es que reviertas el proceso a la actualización anterior para evitar verte afectado por el problema.
Por otra parte, también se recomienda desactivar el sistema de actualización automática para evitar instalaciones espontáneas que afecten a los equipos con estos discos duros sin la supervisión de su propietario.
