Las criptomonedas están de moda en este comienzo de año no solo por la especulación y por la movilidad de este mercado monetario, sino por los efectos directos e indirectos que está produciendo en otros sectores como el de las tarjetas gráficas, que está viviendo grandes oscilaciones de precios por sus usos en la minería virtual.
Mediante minería es posible conseguir criptomonedas diversas, así que no pocos usuarios han comenzado a forjar equipos que puedan ser capaces de cubrir las tareas de procesado necesarias para esta tarea. Este proceso implica el uso de tarjetas gráficas de última generación que no han sido elaboradas con esta finalidad en mente.
La minería de criptomonedas está provocando que se disparen los precios de algunos modelos de gráficas de marcas como NVIDIA ante la falta de unidades en el mercado. Según Polygon, una tarjeta como la Geforce GTX 1070 que suele tener un precio medio de 350 euros puede alcanzar ahora valor de mercado de más de 650 euros.
La situación no solo afecta a procesadores gráficos de NVIDIA en su amplia gama; AMD también está viviendo la especulación en el precio de sus tarjetas. El problema está llegando a ser tan palpable que desde NVIDIA han recomendado a sus distribuidores priorizar las ventas de tarjetas a jugadores sobre data miners.
Gracias a la utilización de gráficas, la minería de criptomonedas acelera sus procesos a la hora de descifrar las diferentes operaciones de seguridad implicadas. Parece que en los próximos meses conseguir un modelo de gráfica concreto a precio de venta recomendado puede terminar complicándose más de lo habitual. ¿Se podrá controlar este sobreprecio?
